Las fuerzas rebeldes de Sudán del Sur conquistaron la ciudad estratégica de Bor tras varios días de combates que encendieron las alarmas sobre el riesgo de guerra civil en este país africano independiente desde 2011.
Bor, a 200 km de Juba, la capital, cayó el miércoles por la noche en manos de las fuerzas leales al exvicepresidente Riek Machar, rival del mandatario Salva Kiir, indicó el portavoz del ejército, Philip Aguer.
"Nuestros soldados perdieron el control de Bor (...) en las últimas horas del miércoles", admitió Aguer. "Hubo tiroteos anoche (...). No tenemos información sobre bajas o desplazados en la ciudad, ya que las operaciones continúan", añadió.
El vocero confirmó que unas 450 personas, entre ellas un centenar de soldados del ejército regular, habían muerto en Juba desde que se iniciaron los enfrentamientos el domingo.
En cambio en Juba, aseguró, las tropas habían "restaurado la calma" tras los enfrentamientos que dejaron unos 500 muertos desde que Kiir acusara el lunes a Machar de haber fomentado un golpe de Estado.
El miércoles, el mandatario se dijo dispuesto a "conversar" con su exvicepresidente.
El portavoz de la ONU, Martin Nesirky, también dijo que la situación en Juba parecía "haberse calmado, hasta cierto punto, excepto por los informes de disparos en partes de la ciudad durante la noche".
Señaló sin embargo "tensiones en aumento" en otras regiones del país, como los estados de Unity y Alto Nilo. Otros funcionarios de la ONU también reportaron combates en el estado de Torit.
La misión de paz de Naciones Unidas afirmó que estaba brindando refugio a civiles en las capitales de cinco estados, en momentos en que países como Estados Unidos y Gran Bretaña facilitaban la salida de presidentes de esas nacionalidades.
Sudán del Sur -un país rico en petróleo pero con una población muy pobre- vive en permanente inestabilidad desde su independencia de Sudán.
Machar estimó en una entrevista con el Sudan Tribune publicada el miércoles que el intento de golpe de Estado que le atribuyen las autoridades es un pretexto de Kiir para deshacerse de sus rivales.
"No hubo golpe de Estado. Lo que ocurrió en Juba es un malentendido entre miembros de la guardia presidencial, en el seno de su unidad. No era un intento de golpe de Estado. No tengo ningún vínculo ni conocimiento de ningún intento de golpe de Estado", insistió Machar, entrevistado en un lugar desconocido.
Machar figura junto con otras cuatro personalidades políticas en una lista oficial de personas buscadas.
Diez personalidades ya fueron detenidas. Entre ellas se hallan ocho exministros del gabinete destituido por Kiir en julio, al mismo tiempo que Machar.
La mayoría de los sospechosos son influyentes dirigentes del partido en el poder, el Movimiento Popular de Liberación de Sudán (SPLM), y figuras históricas de la rebelión sudista que lucharon contra las fuerzas de Jartum durante la larga guerra civil sudanesa (1983-2005).