Alepo. AFP. Los rebeldes consiguieron este miércoles reabrir una ruta clave para su aprovisionamiento en la provincia de Alepo, al norte de Siria, después de una contraofensiva contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) golpeados en varios frentes en el país y también en el vecino Irak.
En Alepo, al menos 15 personas, entre ellas dos niños, murieron y decenas resultaron heridas en nuevos ataques del régimen en barrios rebeldes.
El barrio de Shaar fue blanco de barriles de explosivos lanzados desde aviones. Dos cayeron en una carretera, a 15 metros del hospital al-Bayan, cuya fachada sufrió destrozos, constató un periodista de la AFP.
“Al menos 15 civiles murieron y otras decenas resultaron heridos en los bombardeos aéreos”, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) .
De las 15 personas, diez murieron por la caída de un barril de explosivos delante del hospital de Shaar, precisó la organización.
La ONU y otras entidades de defensa de los derechos humanos denunciaron en repetidas ocasiones el uso de barriles de explosivos, un arma que mata indiscriminadamente.
La ciudad de Alepo está dividida en dos partes desde el 2012: los barrios del este bajo control de los rebeldes y los del oeste en manos del régimen.
Las zonas rebeldes, donde viven unas 200.000 personas, se encuentran bajo asedio.
Los rebeldes consiguieron un importante avance al reabrir una ruta clave para su aprovisionamiento en Alepo, expulsando a los yihadistas de Marea y Azaz.
El 27 de mayo, los yihadistas lanzaron un asalto contra las dos localidades controladas por los insurgentes en el norte de la provincia de Alepo y retomaron varios pueblos situados entre los dos feudos rebeldes, lo que les permitió cortar esta ruta de aprovisionamiento que lleva hasta la frontera turca.
El EI controla en el norte de Siria una franja de territorio cercana a la frontera con Turquía, que va desde la provincia de Alepo, al oeste, hasta la de Raqa, capital de facto de los yihadistas.