Adén. AFP. Los rebeldes chiitas hutíes, apoyados por Irán, ganaron terreno ayer en la ciudad yemení de Adén, un día después de que Rusia pidiera ante la ONU una pausa en los bombardeos de la coalición árabe.
Por su parte, Teherán pidió ayuda a Omán para detener “inmediatamente” estos ataques aéreos, según los medios de comunicación iraníes. Esta sultanía, que mantiene buenas relaciones con Irán, es la única monarquía del Golfo que no participa en la coalición.
A pesar de los bombardeos iniciados el 26 de marzo, los rebeldes, que controlan la capital Saná y las regiones del norte y este del país, consiguieron progresar en Adén, donde tomaron ayer el control de la administración provincial, al tiempo que se aproximaron al puerto, según un responsable local.
Los hutíes y sus aliados, militares fieles al expresidente Alí Abdalá Saleh, atacaron zonas residenciales, incendiaron viviendas y dañaron otras, según testigos, que dieron cuenta de muertos y heridos, así como de la huida de decenas de familias.
La cadena Adén TV, fiel al presidente Abd Rabo Mansur Hadi, exiliado en Arabia Saudí , fue el blanco de disparos de obuses atribuidos a los rebeldes. El edificio “sufrió desperfectos, pero no lamentamos víctimas”, declaró un responsable de la cadena.
Según un balance, cinco civiles murieron y 14 resultaron heridos ayer en choques entre hutíes y partidarios de Hadi en los barrios de Al Moala y Qalua.
Los chiitas habrían tomado el jueves el palacio presidencial de la ciudad antes de retirarse, el viernes de madrugada, a causa de los bombardeos aéreos.
Medidas. Varios países, entre ellos Rusia, India, Indonesia y Pakistán, evacuaron estos últimos días a sus ciudadanos. China, Yibuti y Sudán tenían previsto repatriarlos ayer, de acuerdo con el vocero saudí de la coalición, el general Ahmed Asiri.
El portavoz indicó también que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) decidió retrasar el envío de un avión de ayuda a Saná, previsto para ayer.
En este contexto de recrudecimiento de la violencia , las organizaciones alertan sobre la crisis y el elevado número de víctimas civiles. El último balance de Naciones Unidas informó el jueves de 519 personas fallecidas y 1.700 heridas en dos semanas.
Arabia Saudí todavía no se ha pronunciado de manera formal al paréntesis en los combates que pide Rusia, cercana a Irán, en un proyecto de resolución presentado el sábado ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Mientras tanto, la coalición continuó con sus bombardeos nocturnos en el norte, alrededor de Saná y del bastión hutí de Saada. Los enfrentamientos en Loder dejaron 24 muertos.