Beirut. EFE. El humor de un programa de televisión satírico, en el que son parodiados los principales personajes de la actualidad y hasta profetas religiosos, despierta pocas risas entre los islamistas libaneses, suníes y chiíes, que han mostrado su furia contra el espacio.
Al igual que las duras críticas que ha tenido que soportar el humorista Basem Yusef en Egipto –tanto por parte del anterior gobierno islamista como de la actual administración promilitar–, el programa Basmet Watan , veterano de la parrilla libanesa, vuelve a estar en el disparadero de las miradas integristas.
Cientos de seguidores del grupo chii Hezbulá se manifestaron esta semana en motos en los suburbios de Beirut y ante el ayuntamiento de la ciudad de Baalbeck, tras un episodio en el que aparecía imitado su líder, Hasan Nasralá.
Los manifestantes quemaron neumáticos y cerraron las calles y, según algunos medios libaneses, llegaron a agredir a algunos transeúntes, mientras coreaban “Nasralá, Nasralá, no temas nada, tienes a los chiies que beben sangre”.
En el último programa, que emite el canal LBC, el actor que imitaba a Nasralá decía que la presencia de Hezbolá en Siria para ayudar a las fuerzas gubernamentales es “necesaria, legítima y temporal”.
“Es imposible que el régimen de Bachar al Asad caiga y que los rebeldes ganen mientras estemos en Siria”, se vanagloriaba el trasunto del jeque chii.
Sin embargo, el programa escuece por igual entre las mentes más radicales de cualquier signo.
En la mayor ciudad del norte del Líbano, Trípoli, cientos de jóvenes suníes se manifestaron también esta semana para protestar contra lo que consideran un “atentado contra el profeta Jonás .
En la parodia, se ve a un hombre caminando después de haber pasado 40 días en el vientre de un gran pez –como le sucedió, según la tradición, al profeta Jonás– y cuya familia al verlo aparecer comienza a dar gritos de alegría.
Al preguntarle cómo logró escapar, el hombre responde “gracias a Catar” , en un guiño a la labor mediadora del reino del Golfo en la reciente liberación de una decena de libaneses secuestrados en Siria.
“No es la primera vez que tengo problemas”, explica el productor de la emisión, Charbel Jalil.