Jerusalén
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anuló el martes una entrevista prevista con el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, después de que este rechazó suspender reuniones con grupos locales de derechos humanos muy críticos con el gobierno.
Netanyahu, quien también es ministro de Relaciones Exteriores, advirtió de que no se reuniría con Gabriel si este se reunía por la noche con representantes de dos ONG muy críticas con su administración.
Esta anulación es algo inusual en las relaciones entre Israel y Alemania, uno de sus apoyos europeos más firmes.
Se produce además en un contexto de enfriamiento de las relaciones bilaterales, en particular por la cuestión de la colonización, esto es, la construcción por parte de Israel de viviendas civiles en los territorios palestinos ocupados en Cisjordania, criticada por Berlín.
"Los diplomáticos son bienvenidos y pueden reunirse con representantes de la sociedad civil, pero el primer ministro no se reunirá con quienes den legitimidad a organizaciones que instan a incriminar a los soldados israelíes", arguyó en un comunicado la oficina del primer ministro.
Netanyahu, no obstante, quiso subrayar que "las relaciones con Alemania son muy importantes y no se verán afectadas".
Por su parte, Gabriel insinuó a los periodistas que esta anulación se debía a cuestiones de política interior, minimizando las consecuencias que este incidente diplomático pueda tener.
"No debemos convertirnos en el juguete de la política interior israelí", destacó el ministro alemán. "No considero esto como una catástrofe y las relaciones entre nuestros países no cambiarán de ninguna forma".
Contactos normales. Anteriormente, Gabriel había declarado a la televisión pública alemana ZDF que era "normal que durante una visita internacional se hable con representantes de la sociedad civil".
Gabriel teníaprevisto entrevistarse con representantes de B'Tselem, que documenta las violaciones de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados por Israel desde hace medio siglo, y con Breaking the Silence, otra ONG israelí que ofrece bajo cubierta del anonimato una plataforma en la que los soldados israelíes pueden contar sus testimonios y denunciar los actos condenables del Ejército.
Un responsable de una de las dos organizaciones, que pidió el anonimato, confirmó que el martes por la noche estaba prevista una reunión común con el ministro alemán.
El gobierno de Netanyahu, considerado uno de los más conservadores de la historia del país, dirige una ofensiva, también en el plano legislativo, contra organizaciones a las que acusa de atentar contra la legitimidad del Estado, a las que somete a duros ataques desde hace meses.
Así, el Parlamento israelí aprobó en julio del 2016 una controvertida ley que obliga a las ONG que se financien mayoritariamente a través de gobiernos extranjeros, principalmente europeos, que lo declaren.
El texto, según sus críticos, apunta directamente hacia los grupos de izquierdas que defienden los derechos de los palestinos y que se oponen a la colonización de Cisjordania ocupada y de Jerusalén Este, anexionado.
En febrero, el gobierno alemán anunció que aplazaba la reunión con Israel, lo que la prensa israelí vio como un gesto de Merkel para mostrar su descontento tras la aprobación de una ley que favorece a los colonos.