Estambul
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan exhortó este miércoles a Estados Unidos a que anule "inmediatamente" su decisión de enviar armas a las milicias kurdas que luchan contra los yihadistas en el norte de Siria.
Las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas, que participan en la coalición internacional para derrotar al grupo yihadista Estado Islámico (EI), saludaron por su parte una medida "histórica".
Las YPG forman parte de la coalición kurdo-árabe que avanza lentamente hacia la capital del EI, Raqa, y que este miércoles conquistó la estratégica ciudad de Tabqa, informó por su parte el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La decisión estadounidense provocó la ira de Ankara . "Mi deseo más ardiente es que (Estados Unidos) anule este error inmediatamente", declaró Erdogan en rueda de prensa en la capital turca.
Turquía considera a las YPG como un grupo "terrorista".
"Expresaré personalmente nuestras preocupaciones cuando hablemos con el presidente Trump, el 16 de mayo", añadió Erdogan, en referencia a su primer encuentro como jefes de Estado.
El presidente turco aseguró que esta decisión también será abordada en la cumbre de la OTAN en Bruselas el próximo 25 de mayo.
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"Queremos pensar que nuestros aliados estarán a nuestro lado en lugar de junto a los grupos terroristas", advirtió.
Pese a la indignación turca, el jefe del Pentágono, Jim Mattis, dijo tener confianza en la capacidad de Washington para "disipar todas las preocupaciones" de Turquía. "Trabajaremos muy estrechamente (...) para apoyar su seguridad en la frontera" con Siria, afirmó.
Las YPG son una parte esencial de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que lograron una nueva e importante victoria con la toma de Tabqa y una represa adyacente, clave para el aprovisionamiento de agua en la región.
Para Turquía, las YPG son el brazo sirio de los separatistas kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado organización "terrorista" por Ankara y sus aliados occidentales.
"Las YPG y el PKK son grupos terroristas, no existe ninguna diferencia entre ellos. Y cada arma que les llega representa una amenaza para Turquía", declaró el jefe de la diplomacia turca, Mevlüt Cavusoglu.
Ankara y Moscú, aunque están opuestas en el conflicto sirio, han aumentado su cooperación últimamente y la semana pasada apadrinaron un memorando para crear "zonas de distensión" destinadas a reducir la violencia en Siria, cuyo conflicto ha dejado más 320.000 muertos desde 2011.
Las FDS, que en noviembre lanzaron la operación para aislar Raqa celebraron el miércoles una decisión "importante" de la Casa Blanca que "acelerará la derrota del terrorismo".
El anuncio de este apoyo "es el resultado de la gran eficacia de las YPG y del conjunto de las FDS en los combates contra el terrorismo" en Siria, declaró a la AFP Talal Sello, portavoz de las FDS.
Turquía esperaba que la elección de Trump comportara un cambio de postura de Washington respecto a las milicias kurdas, que la administración del expresidente Barack Obama decidió apoyar para frenar la expansión de los yihadistas.
Ankara lanzó el 24 de agosto una ofensiva en el norte de Siria para empujar a los yihadistas hacia el sur, pero también para impedir una unión de las diferentes zonas controladas por las YPG en el norte de Siria.
Turquía teme que los grupos kurdos amplíen sus territorios en el norte sirio, y ha rechazado participar en cualquier ofensiva contra Raqa en la que estén implicadas las YPG.
Horas antes de que Washington anunciara que proveería armas a las YPG, Mattis había declarado en Copenhague que Estados Unidos se asociarían con Turquía en las operaciones militares para recuperar Raqa.