Saná. AFP. El influyente expresidente yemení Alí Abdalá Saleh pidió a sus aliados, los rebeldes hutíes, salir de los territorios conquistados en los últimos meses, como lo exige la Organización de Naciones Unidas (ONU), para que cesen los bombardeos de la coalición árabe y se reanuden las negociaciones.
“Pido a Ansarula (los rebeldes chiitas hutíes) aceptar y aplicar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para obtener el cese de la agresión de las fuerzas de la coalición árabe dirigida por Riad contra los hutíes”, dijo ayer Saleh.
“Los exhorto a retirarse de todas las provincias, especialmente de Adén”, principal ciudad del sur de Yemen, agregó.
Barcos iraníes, que Washington acusó de llevar armas a los rebeldes chiitas de Yemen, dieron media vuelta ayer cerca de las costas yemeníes, mientras la coalición liderada por Riad siguió los ataques contra las fuerzas antigubernamentales.
El Gobierno yemení en el exilio acusa al Irán chiita de apoyar militarmente a los rebeldes, aunque Teherán lo desmiente y asegura que solo les brinda ayuda humanitaria.
En total, 12 buques estadounidenses, incluido el portaaviones Roosevelt, patrullan cerca de las costas yemenitas, bajo bloqueo marítimo, para que se respete la prohibición de entregar armas a los hutíes, que decidió el Consejo de Seguridad de la ONU, hace 10 días.
Responsables estadounidenses indicaron que “vigilan muy de cerca” un convoy de nueve barcos iraníes, dos de ellos armados, que se dirigía a Yemen antes de dar media vuelta.
Los hutíes tomaron la capital, Saná , en enero, y avanzaron luego hacia el sur del país hasta entrar en Adén, la gran ciudad del sur, donde el presidente Abdo Rabu Mansur Hadi se había refugiado, antes de huir a Arabia Saudí como el resto del Gobierno.
Una coalición árabe, encabezada por Riad, lanzó una campaña de bombardeos el 26 de marzo, para apoyar a los partidarios de Hadi y detener a los hutíes, que amenazan con apoderarse de ese país de la península arábiga.
El conflicto entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales ha dejado 1.080 muertos y 4.352 desde el 19 de marzo, según el balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Otro llamado. Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, llamó ayer a los rebeldes hutíes y a todos aquellos que tienen “influencia sobre ellos”, a sentarse en la mesa de negociaciones y poner fin a la violencia en ese país.
“Esto tiene que ser una calle de doble vía”, dijo Kerry en el Consejo del Ártico, en Canadá, y precisó luego que Arabia Saudí iniciará una fase humanitaria de su campaña en Yemen.
Estados Unidos ya había nombrado a un mediador y ambas partes parecen dispuestas a discutir para hallar un lugar en el cual negociar, dijo Kerry.