Amán. EFE. Las autoridades jordanas anunciaron que ahorcarán a la militante de al-Qaeda Sayida al-Rishawi y a otros presos acusados de terrorismo, como venganza por el asesinato del piloto Muaz Kasasbeh a manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI), confirmaron ayer fuentes de seguridad.
El EI había pedido la excarcelación de Al-Rishawi, condenada a muerte en Jordania, a cambio de la liberación del periodista japonés Kenji Goto, decapitado el sábado , y de perdonarle la vida a Kasasbeh .
Sin embargo, las negociaciones se suspendieron el jueves después de que las autoridades de Amán solicitaron una prueba de vida de Kasasbeh como condición para liberar a Rishawi, la cual nunca fue presentada por los yihadistas y la excarcelación no se llevó a cabo.
Las fuentes de seguridad jordanas no ofrecieron más detalles sobre la identidad de los presos que serán ejecutados, pero fuentes yihadistas aseguraron que entre ellos podría estar Ziad al-Karbuli, un ayudante del líder terrorista Abu Musab al-Zarqawi, muerto en un bombardeo en Irak en el 2006.
Al Karbuli, quien fue detenido en territorio iraquí por el Ejército jordano, fue condenado a muerte en el 2008 acusado de asesinar a un conductor jordano.
Molestia. El rey Abdalá II de Jordania, quien suspendió su viaje a Estados Unidos luego de que el EI difundió el video del asesinato de Kasasbeh, aseguró que los “criminales” que mataron al militar jordano nada tienen que ver con la fe musulmana.
“El valiente piloto murió en defensa de su credo, su patria y su nación” , dijo Abdalá II, que instó a sus súbditos a mantenerse “unidos y a mostrar la genuina naturaleza del pueblo jordano ante las catástrofes, que también reforzarán nuestra fortaleza y nuestra colaboración”.
Luego de que el EI difundió el video que muestra el asesinato de Kasasbeh, el Ejército jordano emitió un comunicado en el que afirmaba que el piloto murió el 3 de enero. La institución juró “venganza” por el asesinato.
En la filmación de 22 minutos de duración revelada por los yihadistas, se ve a un hombre vestido de color naranja avanzar frente a un grupo de hombres armados y vestidos de militar.
El principal grupo de la oposición, los Hermanos Musulmanes, condenó el asesinato del militar y lo calificaron de “crimen horrible que contradice los principios islámicos y los derechos de cautivos en la religión islámica”.
En Karnak, ciudad natal de Kasasbeh, situada a 120 kilómetros al sur de Ammán, se registraron protestas contra el Gobierno jordano, al que se responsabilizó de la muerte del oficial por haberse unido a la coalición internacional contra el Estado Islámico .