Amán y otras procedencias. EFE, AFP y AP. Jordania está en pie de guerra contra el Estado Islámico (EI) y respondió ayer con la ley del talión, al ejecutar a dos condenados por terrorismo en represalia por el asesinato de un piloto militar por parte del grupo yihadista.
“La sangre del mártir Muaz Kasasbeh no será en vano y la respuesta de Jordania y de su Ejército después de lo que pasó a nuestro querido hijo, será severa”, dijo el rey Abdalá II en un comunicado oficial.
El piloto, de 26 años, capturado en diciembre, fue quemado vivo dentro de una jaula por la agrupación ultrarradical sunita , hecho que suscitó una airada y generalizada condena por parte de gobiernos musulmanes.
El EI había amenazado con matar al aviador, aprehendido por los yihadistas en diciembre, después de que su avión se estrelló en Siria , si Jordania no liberaba a Sajida al-Rishawi .
Esta, iraquí condenada a muerte por haber participado en los mortíferos atentados del 2005 en Amán, y Ziad Arbuli, responsable iraquí del grupo al-Qaeda, fueron ahorcados al alba en la cárcel de Swaka (70 km al sur de Amán), dijo el portavoz gubernamental, Mohammad Momani.
El Gobierno jordano había exigido, antes de liberarla, pruebas de que el piloto, que participaba en los bombardeos de la coalición liderada por Estados Unidos contra el grupo EI, estaba vivo.
Guerra sin cuartel. Tras conocer la suerte del piloto, el rey Abdalá II –quien interrumpió una visita oficial que realizaba a Estados Unidos– advirtió de que su país actuará contra “esa camarilla de criminales”, en alusión al EI.
El comunicado de la casa real indicó que el mundo árabe e islámico están librando “una guerra sin cuartel para preservar su credo y los valores humanos”.
Frente a los voces que culpan del desenlace a la participación jordana en la alianza contra los yihadistas, Amán arguyó que “ese horrible crimen demuestra lo correcta que ha sido la actitud de Jordania uniéndose a esta guerra contra el terrorismo”.
El Estado Islámico, por su lado, justificó la quema del piloto como una respuesta “ojo por ojo, diente por diente” para cobrar al reino de Jordania su papel en la coalición.
En el video en que muestra el asesinato, el EI divulgó también fotos, nombres y direcciones de aviadores militares jordanos que participan en los ataques y ofreció una recompensa de “100 monedas de oro” a quienes maten a esos “pilotos cruzados”.
Ayer se conoció que, desde diciembre, los Emiratos Árabes Unidos suspendieron sus ataques contra el EI tras la captura del piloto jordano, confirmó un alto funcionario de EE. UU.
La reacción generalizada en el mundo árabe y musulmán fue de repulsión y condena.
El rey saudí, Salman bin-Abdelaziz, condenó y lamentó “ese crimen atroz”, que es “contrario a la religión musulmana al derecho humanitario.
La institución religiosa Al-Azhar, la más prestigiosa del islam sunita, sostuvo que los terroristas del EI merecen la muerte, así como ser “crucificados y mutilados” , como castigo impuesto en el Corán para aquellos que “luchan contra Alá y su profeta” .
“Este crimen desenmascara la naturaleza malvada y las prácticas inhumanas de los terroristas (...). Esto no tiene nada que ver con el islam, que es una religión de tolerancia”, dijo el presidente palestino, Mahmud Abás.