Gaza, Territorios Palestinos. AFP. Los soldados israelíes, apoyados por la Aviación y los tanques, empezaron a destruir ayer los túneles en Gaza utilizados por Hamás para transportar armas y efectuar ataques, en el segundo día de un ataque terrestre que se cobró la vida de 47 palestinos.
Un total de 292 palestinos han muerto y otros 2.000 han sido heridos desde el comienzo de la ofensiva israelí el 8 de julio. Entre las víctimas fatales, se cuentan ocho miembros de una misma familia, quienes perecieron a causa de disparos de un tanque en el norte de la franja de Gaza , informaron los servicios de socorro palestinos.
El presidente estadounidense, Barack Obama, conversó por teléfono el viernes con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, para expresar su preocupación por la crisis en Gaza luego del inicio de la ofensiva israelí.
Obama dijo que, aunque Washington apoya el derecho de Israel de defenderse, “Estados Unidos y nuestros aliados y amigos estamos profundamente preocupados por los riesgos de una mayor escalada y la pérdida de más vidas inocentes”.
“Esperamos que Israel siga enfocando este proceso en una manera que minimice las bajas civiles”, añadió, al tiempo que instaban a un alto el fuego.
Obama manifestó a Netanyahu que el secretario de Estado, John Kerry, seguía impulsando la posibilidad de una tregua, basada en una propuesta de Egipto, y que planeaba viajar a la región para entablar conversaciones.
Israel se declaró dispuesto ayer a “ampliar” su operación terrestre en la franja de Gaza, iniciada la víspera, pese a los llamados internacionales para evitar la escalada.
Según un responsable de la ONU, unas 40.000 personas se refugiaron en sus instalaciones en esta franja de tierra palestina de 362 km², donde se agolpan en la plena miseria 1,8 millones de personas, sometidas por Israel.
“No es posible solucionar (el problema) de los túneles desde el aire únicamente. Nuestros soldados hacen también eso en el terreno”, declaró Netanyahu.
De momento, Israel asegura que no tiene la intención de tomar el control de la franja de Gaza, enclavada entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo.
Hamás, considerado en Occidente e Israel como una organización terrorista, prometió que Israel pagará “un alto precio” por haber entrado en Gaza”.
“El inicio de la ofensiva terrestre israelí en Gaza es un paso peligroso, cuyas consecuencias no se han calculado”, dijo el portavoz de Hamas, Fawri Barhum, en un comunicado.
Un 70% de la franja estaba privada de electricidad, según la empresa del enclave. El norte estaba particularmente afectado.
Los imanes de las 1.400 mezquitas del territorio exhortaron el viernes a los creyentes a ser “fuertes y pacientes”. "La victoria llegará", prometieron
Esta es la primera ofensiva terrestre en Gaza desde la de diciembre-enero 2008-2009, que causó la muerte de unos 1.400 palestinos. Esa operación no puso fin a los lanzamientos de cohetes desde Gaza contra Israel.
Unos 1.164 cohetes fueron lanzados en dirección a Israel desde que comenzaron las hostilidades, y el sistema de defensa antimisiles (Cúpula de Hierro) interceptó 320 de estos proyectiles, según el Ejército israelí.
Pese a la ofensiva terrestre, los combatientes de Hamás lograron lanzar este viernes unos 30 cohetes contra territorio israelí.
La prensa israelí aplaudió el viernes la decisión de penetrar en el enclave. Para Yediot Aharonot , el asalto terrestre era necesario pues la campaña de bombardeos aéreos “se orientaba hacia un empate”, ya que Hamás s proseguía con sus lanzamientos de cohetes.
“No hay garantía de que la operación terrestre sea un éxito”, matizó , sin embargo, el diario. El propio Netanyahu aseguró que no había "garantía de éxito a 100%".