Amán
Un conocido escritor y caricaturista jordano, Nahed Hattar, fue asesinado a balazos el domingo en Amán cuando salía de un tribunal donde era juzgado por la difusión de una caricatura considerada ofensiva para el islam.
El asesino, de 49 años, un habitante de Amán, fue detenido según fuentes de los servicios de seguridad. Disparó tres veces contra Hattar, de 56 años, cuando este se disponía a bajar la escalera del tribunal en Abdali (centro de Amán), donde debía comparecer.
El escritor, alcanzado en la cabeza, falleció a su llegada al hospital, según la misma fuente.
Según testigos, el presunto asesino era un hombre barbudo que portaba una thawb --una túnica tradicional hasta los tobillos- de color gris. Disparó contra la víctima antes de rendirse a los policías presentes frente al tribunal.
Nahed Hattar, de religión cristiana, había sido detenido el 13 de agosto tras haber publicado en su página Facebook una caricatura en la cual se burlaba de los yihadistas del grupo extremista sunita Estado Islámico (EI).
Sátira a yihadistas. En ella aparece un yihadista en el paraíso, rodeado de dos mujeres, que se dirige a Dios como si este fuera un servidor. Le pide que traiga un vaso de vino y nueces, y le ordena que mande alguien a limpiar la habitación, antes de advertirle de que debe llamar a la puerta antes de entrar.
La caricatura llevaba por título Dios de Dawaesh en alusión a los yihadistas de Dáesh, acrónimo en árabe de grupo Estado Islámico (EI).
Hattar había sido acusado por las autoridades por "incitación a la disensión confesional" e "insulto" al islam.
En setiembre, Hattar, un opositor de izquierda conocido también por su apoyo al régimen sirio de Bashar al-Asad, fue puesto en libertad bajo fianza a la espera del juicio que tenía lugar este domingo.
El islam prohíbe cualquier tipo de representación de Dios.
Tras haber causado gran conmoción en las redes sociales, el escritor había suprimido de su cuenta la caricatura, de la que no es autor.
Hattar había explicado en Facebook que la caricatura se burlaba de los "terroristas y de la forma en que se imaginan el paraíso, y que de ninguna manera ofende a Dios".
El Gobierno jordano denunció el asesinato del escritor como un "crimen odioso" y prometió encausar y juzgar al asesino.
Los Hermanos Musulmanes, primera fuerza de oposición en Jordania, y Dar al-Ifta, la mayor autoridad religiosa del país, condenaron también el crimen.
"La religión musulmana es inocente de este odioso crimen" indicó Dar al-Ifta en un comunicado y llamó a los jordanos a la unidad y a combatir "el terrorismo y la sedición".
Jordania es miembro activo de la coalición internacional que lidera Estados Unidos y combate al grupo EI en Irak y Siria.
El reino, que teme desde hace varios años un contagio de la amenaza yihadista a su territorio, ha sido escenario este verano boreal de dos atentados, uno contra sus servicios secretos, donde murieron cinco personas, y otro, reivindicado por el EI, contra guardas fronterizos, que dejó siete muertos.