El Cairo
Fuerzas de seguridad egipcias dispararon gas lacrimógeno y se enfrentaron con cientos de simpatizantes de Mohamed Morsi el viernes en diferentes ciudades del país y arrestaron a más de 100 personas, incluyendo mujeres, mientras las autoridades incrementaron las medidas de seguridad en la capital.
Por su parte la Hermandad Musulmana, el grupo al que pertenece el derrocado presidente, volvió a pedir manifestaciones masivas.
La policía antimotines chocó con estudiantes que gritaban consignas contra el ejército y la policía en la universidad islámica Al-Azhar.
Imágenes en televisoras privadas mostraban los manifestantes lanzando piedras y prendiendo fuego en árboles para repeler el gas lacrimógeno.
La noche anterior una persona murió cuando surgieron enfrentamientos similares cerca de un dormitorio de la misma universidad.
Civiles anti-Morsi también se unieron a los choques en el distrito este de El Cairo, combatiendo contra los manifestantes, según la agencia oficial de noticias de Egipto.
Los enfrentamientos también surgieron el viernes en otros distritos de la capital.
El canal de televisión Mubashir Misr TV, perteneciente a Al Jazeera, mostró imágenes de un vehículo de la policía en llamas en una autopista que une a El Cairo con Giza.
Dos oficiales antimotines de las Fuerzas Centrales de Seguridad fueron secuestrados por manifestantes después de que quedaran heridos en los enfrentamientos y fueron liberados con la ayuda de varios residentes.
Otras camionetas más fueron incendiadas por los manifestantes en varias provincias.
El Ministerio del Interior dijo en un comunicado que más de 147 manifestantes fueron arrestados en diversas provincias, incluyendo 28 mujeres.
Al menos una persona fue asesinada en la ciudad de Minya, en el sur del país, según el gobernador Salah Ziyada quien hizo sus declaraciones a la cadena egipcia CBC TV.
Vehículos blindados cerraron las plazas principales y los centros en la capital y otras ciudades importantes después de que la Hermandad Musulmana y sus aliados anunciaran nuevas manifestaciones en respuesta a la más reciente medida del gobierno interino, que calificó a la organización como terrorista.
La prohibición se hizo para limitar más al grupo antes de una importante votación para una nueva constitución del 14 y el 15 de enero, considerada por el gobierno interino como una pieza clave en su plan de transición.
Después de que el gobierno declarara a la Hermandad como una organización terrorista el miércoles, un vocero de las fuerzas de seguridad dijo que cualquier participante en las manifestaciones de la Hermandad sería sentenciado a cinco años en prisión, y los líderes podrían ser condenados a muerte, según las leyes contra terrorismo del país.
La calificación como terroristas surgió después de que un atacante suicida matara a 16 personas e hiriera a 100 el martes en una ciudad del delta del Nilo, siendo la mayoría de las víctimas policías.
Una segunda explosión ocurrió el jueves en El Cairo contra un autobús dejando pasajeros heridos, sin que se reportaran muertes.