LEIDSCHENDAM, Holanda. AFP. El juicio en ausencia de cuatro miembros del Hezbolá acusados del asesinato en el 2005 del ex primer ministro libanés Rafic Hariri , comenzó ayer en La Haya, cuando la violencia continúa sacudiendo esa nación.
La primera audiencia comenzó en presencia del hijo de Rafic Hariri, Saad, también ex primer ministro, pocas horas después de que un atentado con bomba causó al menos tres muertos en un feudo del Hezbolá en las proximidades de la frontera con Siria.
“Vamos a proceder como si los acusados estuvieran presentes y se hubieran declarado no culpables”, declaró el juez David Re al comenzar la vista pública ante el Tribunal Especial para el Líbano (TEL) instalado en Leidschendam, en la periferia de La Haya.
Sentado detrás de los abogados de las víctimas, Saad Hariri escuchó atentamente al juez. En la sala se había instalado una maqueta del centro de Beirut.
Cruel atentado. Rafic Hariri murió el 14 de febrero de 2005 por la explosión de una camioneta bomba en el paseo marítimo de Beirut, cuando se dirigía hacia su domicilio en un vehículo blindado.
La explosión fue equivalente a 2,5 toneladas de TNT y mató a otras 22 personas.
El atentado contra el multimillonario motivó la salida de Líbano de las tropas sirias que estaban en el país desde hacía casi 30 años.
“Todo el mundo en Líbano resultó afectado, directa o indirectamente, por el atentado en el centro de Beirut que mató a Rafic Hariri el 14 de febrero del 2005”, aseguró el fiscal Norman Farrel en su primera declaración.
“El pueblo libanés tiene derecho a este juicio y a buscar la verdad”, agregó, mostrando una foto tomada poco después de la explosión.
Acusados, ausentes. El TEL, creado en el 2007 por el Consejo de Seguridad de la ONU, tendrá que juzgar en ausencia a los cuatro presuntos responsables del atentado, que siguen prófugos, pese a las órdenes de arresto internacionales.
Según la acusación, Mustafá Badredin, de 52 años, y Salim Ayash, de 50, prepararon y llevaron a cabo el plan que acabó con la vida de Hariri y de otras 22 personas, incluido el autor del ataque. Otras 226 personas resultaron heridas.
Dos hombres más, Husein Oneisi, de 39 años, y Asad Sabra, de 37, están acusados de haber enviado a la cadena de televisión Al Yazira una cinta de video falsa para reivindicar el asesinato en nombre de un grupo ficticio.
La acusación, que presentará ocho testigos durante el juicio, espera demostrar la culpabilidad de los acusados por lo que llama “pruebas circunstanciales”, que refieren a una relación de comunicaciones entre varios teléfonos móviles que, según el documento, pertenecían a los acusados.
El 10 de octubre se anunció la acusación de un quinto sospechoso, Habib Merhi.
No todos contentos. La creación del TEL ha sido durante mucho tiempo una fuente de discordia en el Líbano.
Constituyó fuente de tensiones entre el partido chiita Hezbolá, respaldado por Damasco, y sus rivales de la coalición denominada 14 de Marzo, prooccidental.