Damasco. AFP. En medio de los disparos, la ONU y la Media Luna Roja lograron ayer evacuar del centro de Homs a por lo menos 420 civiles sitiados desde hace 20 meses, aprovechando el tercer y último día de una precaria tregua entre el Ejército y los rebeldes.
En los diez barrios controlados por los rebeldes en el centro de Homs , hay unos 3.000 habitantes asediados por el Ejército regular desde hace más de 600 días, que sobreviven a duras penas comiendo hierbas y aceitunas.
Por el momento “420 civiles fueron evacuados del casco antiguo de Homs en aplicación del acuerdo negociado por la ONU, dijo el gobernador de Homs , Talal Barazi. “La operación continúa”, agregó, citado por la televisión.
Durante el operativo hubo disparos, de los que se acusaron mutuamente el régimen y la oposición. El alto el fuego, acordado gracias a la ONU, estaba previsto hasta la noche de ayer, para introducir ayuda en los barrios sitiados, y evacuar a civiles. Ya el viernes, 83 mujeres, niños y ancianos fueron evacuados de la ciudad vieja.
El sábado, la tregua fue violada por unos disparos, que perturbaron el envío de ayuda humanitaria al interior de los barrios sitiados.
La máxima responsable de operaciones humanitarias de la ONU, Valerie Amos, manifestó su “decepción” por la violación de la tregua ocurrida el sábado, y afirmó que Naciones Unidas seguirá esforzándose al máximo “para llevar la ayuda a quienes la necesitan”.
La tregua tenía lugar justo antes de una nueva ronda de negociaciones entre el Gobierno y la oposición, a partir de hoy en Ginebra. Las conversaciones están auspiciadas por la ONU.
La primera ronda de negociaciones concluyó hace diez días sin ningún acuerdo concreto para poner fin a la guerra en Siria, que en casi tres años se ha cobrado más de 136.000 vidas.
El régimen y la oposición parecen, no obstante, lejos de poder alcanzar un compromiso.
El Gobierno insiste en la lucha contra el “terrorismo”, el término que suele emplear para referirse a la oposición. Esta, en cambio, pide una transición política sin el presidente Bashar al-Asad, lo que para el régimen es inaceptable.