Jerusalén.
Cuatro israelíes murieron y ocho resultaron heridos en un atentado contra una sinagoga en Jerusalén cometido por dos palestinos, que fueron abatidos, en el ataque más mortífero de los últimos años en la Ciudad Santa, escenario de fuertes tensiones.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió el martes que Israel reaccionará "con mano de hierro a este asesinato de judíos", que refuerza el temor de que el conflicto se intensifique.
Por su lado, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, violentamente criticado por varios ministros israelíes, condenó rápidamente la muerte de "fieles que oraban en una sinagoga" y también "la muerte de civiles del lado que sean".
El ataque se presentó en una sinagoga del barrio ultraortodoxo de Jar Nof, en Jerusalén Oeste, considerado un bastión del Shass, un partido religioso.
Los atacantes, Udai y Ghasan Abu Jamal, dos primos oriundos de Jabel Mukaber, un barrio de Jerusalén Este, entraron a la hora de la oración.
"Escuché disparos y uno de los fieles salió del edificio gritando "Hay una matanza", dijo un testigo a la radio.
Los dos palestinos abatidos por agentes atacaron con "hachas, cuchillos y una pistola", indicó la policía.
El ataque dejó ocho heridos, uno de ellos en estado crítico y tres en estado grave.
Los cuatro israelíes muertos tenían doble nacionalidad, tres de ellos estadounidense y el cuarto, británico.
La muerte de cuatro judíos en un lugar de culto echa leña al fuego en una ciudad donde, desde julio, se registra una fuerte tensión, en particular en la Explanada de las Mezquitas, donde los extremistas judíos quieren obtener la autorización de rezar.