Damasco. AFP. El presidente sirio, Bashar al -Asad, quiere dar la imagen de un hombre sereno y determinado en un momento en que afronta el mayor desafío de su reinado, con una posible intervención militar extranjera.
“En el palacio presidencial, todo está tranquilo este miércoles y el trabajo se desarrolla normalmente. No hay ninguna muestra de nerviosismo. Lo mismo ocurre con el Estado Mayor. Luchará hasta el final”, afirmó un empresario sirio en contacto con los círculos dirigentes del país.
Bashar al -Asad , de 47 años, oftalmólogo de formación, que heredó de su padre, Hafez, el cargo de jefe de Estado tras la muerte de su hermano mayor, Basel, ha afirmado en varias ocasiones que no se rendirá y que seguirá en el puesto al menos hasta finales de su mandato, en 2014.
Según un diplomático europeo que se mueve entre Beirut y Damasco, “el presidente asegura a sus interlocutores que es inocente de las acusaciones presentadas en su contra”, en referencia al ataque con armas químicas del 21 de agosto, cerca de Damasco del que se acusa al régimen.
Para él, “las amenazas de ataques occidentales son la prueba de que se trata de un complot internacional tramado por Israel”.
El diplomático añade que al-Asad “va a apelar a la fibra nacionalista y gregaria, insistiendo en la ‘agresión’ de Occidente en contra del mundo árabe”.
Ante lo que empezó como una revuelta pacífica en marzo de 2011, siguiendo el modelo de la Primavera Árabe, el que tenía fama de “modernista” optó por una represión sangrienta, antes de anunciar unas reformas que no convencieron a nadie.
A medida que la revuelta se ha ido militarizando, dejando más de 100.000 muertos, el carácter de este antiguo tímido se ha afirmado.
“Se acabó el hombre de izquierdas, incómodo, que reía tímidamente, como fue el caso durante su intervención en el Parlamento a finales de marzo de 2011. Hoy está mucho más seguro de él y tiene más presencia”, explica el empresario. “Es mucho más ‘jefe’ que antes, pero no puede actuar sin el apoyo del aparato militar”, estimó Nikolaos van Dam, diplomático holandés autor de Combate para el poder en Siria .