Consultada sobre los grandes riesgos para la libertad de expresión en América Latina, Botero, relatora especial para la Libertad de Expresión de la OEA, responde: “Hay varios, entre ellos la violencia, sobre todo –aunque no exclusivamente– proveniente del crimen organizado; el abuso del poder de algunos Estados para criminalizar a periodistas y selectivamente castigar a medios críticos, y problemas nuevos como algunas regulaciones desafortunadas de Internet o la recolección de inteligencia que afecta el derecho a la libertad de expresión y la privacidad de las comunicaciones”.
Hay distintos factores que generan la violencia contra los periodistas. ¿Cuál es el más peligroso?
La violencia es probablemente el riesgo más grave en la región para los periodistas. La violencia más brutal proviene del crimen organizado que procura imponer su agenda informativa. Las investigaciones periodísticas sobre corrupción o violaciones a los derechos humanos de funcionarios muchas veces tienen consecuencias similares. Sin embargo, el peor de los escenarios es la violencia generada por el crimen organizado coludido con funcionarios corruptos. En estos casos, las autoridades que deben proteger a los periodistas se convierten en sus agresoras.
¿Por qué la violencia contra los periodistas requiere atención especial?
Porque además de atentar contra la vida de periodistas de gran valentía, la democracia se debilita cuando la sociedad pierde la posibilidad de informarse y, con ello, la capacidad de reaccionar y adoptar a tiempo las medidas necesarias para corregir el rumbo.
¿Qué se puede hacer cuando se trata de organizaciones criminales?
Primero, reconocer el problema a tiempo, condenar la violencia, capacitar a funcionarios que tengan a su cargo proteger a los periodistas en riesgo e investigar judicialmente estos atentados. En la región, pese a la gravedad de la situación, hay experiencias exitosas que dejan importantes lecciones que hay que aprender para salvar la vida de quienes arriesgan todo para que podamos estar adecuadamente informados.
El presidente peruano, Ollanta Humala, dijo el mes pasado que la concentración de medios era una “vergüenza” y que era un peligro para la libertad de expresión. ¿Qué opina del debate en Perú sobre la supuesta concentración de la prensa escrita?
Viajo a Perú en un par de semanas invitada por organizaciones de la sociedad civil y espero poder comprender mucho mejor el asunto que se está discutiendo. Hasta donde entiendo, el gobierno anunció que no presentará una ley de regulación de la prensa escrita, lo cual resulta muy satisfactorio.
Usted ha dicho que la ‘concentración de medios conspira contra la democracia’.
Es fundamental que la deliberación pública pueda contar con la mayor cantidad de voces posibles y, especialmente, que los sectores que han sido tradicionalmente marginados de los debates públicos puedan participar, de manera activa y vigorosa, en la deliberación. Por esta razón, la Relatoría ha defendido la existencia de medios alternativos, como las radios comunitarias, que deben ser asignadas, mediante procesos transparentes, a grupos tradicionalmente marginados como los pueblos indígenas.
-Algunos Estados han alegado que para defender la diversidad deben adoptar leyes que regulan los contenidos de los medios.
Lo que resulta inadmisible es que, en nombre del pluralismo y la diversidad, se intente controlar o intimidar a medios de comunicación independientes y que los periodistas terminen sobreviviendo en una especie de libertad condicionada al humor de los gobernantes. Eso no es pluralismo sino autoritarismo.
La libertad de expresión ha sido un tema complejo en los últimos 15 años en Venezuela y actualmente los medios escritos de línea opositora enfrentan el problema de escasez de papel. ¿Cómo ve la situación en ese país?
Como lo ha señalado la CIDH, en Venezuela existe un problema serio de falta de independencia del Poder Judicial, lo cual compromete la garantía más importante para el ejercicio de la libertad de expresión.
”A lo anterior se suma un marco jurídico que establece prohibiciones muy amplias y ambiguas, y ello da lugar a la apertura de procesos penales, disciplinarios y administrativos contra medios y periodistas críticos sin que estos puedan contar con garantías suficientes que los amparen en el ejercicio de su derecho.
”Además, los periódicos se encuentran al borde de enfrentar una gravísima escasez de papel prensa, y hemos registrado graves agresiones contra periodistas en ejercicio de su labor, sin que existan investigaciones que conduzcan a la sanción de los responsables. Todo esto, acompañado de una aguda polarización y un discurso muy agresivo que incluso ha sido cuestionado por la Corte Interamericana en sus sentencias sobre el tema”.
¿Por qué es importante tener una Relatoría para la libertad de expresión?
La libertad de expresión se protege de manera reforzada, no solo en el sistema interamericano, sino en la mayoría de las constituciones del mundo democrático; no porque sea más importante que otros derechos, sino porque es el instrumento más poderoso para proteger otros derechos y para controlar los abusos. Claro que es mucho más difícil ser corrupto o abusar del poder cuando se está bajo el escrutinio público.
”En este sentido, no es difícil constatar que en aquellos lugares donde no hay garantías para un debate desinhibido y plural, donde la gente tiene miedo a pensar distinto y a decir lo que piensa y no hay garantías para el periodismo de investigación, existen mayores abusos, más corrupción y mayor exclusión. A la larga, los gobiernos que controlan a los medios y periodistas terminan siendo víctimas de la falta de control y finalmente pasan a la historia con un récord lamentable.
”Y al contrario, allí donde se garantiza el ejercicio incluyente, robusto y abierto de la libertad de expresión, hay menos corrupción, menos autoritarismo y mayores y mejores garantías para el ejercicio de los restantes derechos. Cuando la gente no tiene miedo de expresarse y puede hacerlo libremente y tiene la posibilidad de acceder a ideas y pensamientos de toda índole, entonces podemos comenzar a hablar de democracia”.