Durante las últimas cinco décadas, Colombia ha sido protagonista de su propio conflicto armado. Intereses y actores se conjugan en un país dividido en dos y la paz se ha asentado como un objetivo muy distante.
VEA: Colombia, rehén de su propia guerra
Nuestro periodista Danny Brenes conversó con varios colombianos que han pasado su vida entera bajo la sombra de la guerra.
Hace una semana, un amigo que trabaja para las Naciones Unidas en Colombia me escribió un mensaje por Whatsapp. Me dijo que podía ayudarme a buscar víctimas del conflicto armado para que conversara con ellas. Le dije que sí, pero realmente no sabía bien en qué me estaba metiendo.
Porque, incluso a través de llamadas telefónicas, no es fácil escuchar testimonios de gente que ha perdido familiares y amigos, la calma y la tranquilidad, por culpa de una guerra. Tampoco es fácil fastidiar a esta gente con preguntas impertinentes. A veces uno solo quiere decir "perdón por molestar" y colgar el teléfono.
Pero, como le expliqué a Karen Betancourt, una mujer que vive en el pueblo de Tamuco, en el pacífico colombiano, que ha sufrido la guerra en carne propia, escuchar las voces de los colombianos es particularmente importante para un país como Costa Rica precisamente porque no sabemos qué es la guerra.
No sabemos qué es despertar y no saber cuántos muertos habrá en la esquina. No sabemos cómo suena una bomba como la que explotó a una cuadra de la casa de Karen y mató a 9 persona e hirió a 86 más.
Solo escuchando esas historias podemos dimensionar un conflicto como el que vive Colombia. Solo así podemos comprender por qué es tan importante la paz, esa que el país suramericano ansía y que nosotros damos por descontada.
—Danny Brenes
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Priscilla Gómez visitó la colorida feria del agricultor de Pavas. "Manda güevo no ir a un lugar donde puede comprar zanahorias aún con la raíz, comer comida rusa hecha por rusas o reconocer al profe de mate en pijamas mientras desayuna una tortilla de queso", cuenta.
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Además, el pasado 1.° de octubre se cumplieron 70 años desde que se dio el fin jurídico de la Alemania nazi. En el Juicio de Núremberg se condenaron los horrores del Holocausto, así como a sus principales perpetradores. Once dirigentes nazis fueron ahorcados y el derecho internacional ingresó a una nueva era. Lucía Vásquez nos cuenta.
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Las elecciones para puestos públicos no son solo para seres humanos en países como Estados Unidos, Brasil y Ecuador. Animales y objetos se han colado en las urnas. Alessandro Solís escribe esta semana sobre una forma poco tradicional de hacer política.
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No se pierda estas y otras historias, así como fotografías antiguas y datos interesantes, en la siguiente edición de la Revista Dominical.