Brasilia. AP, EFE La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo estar dispuesta a defender su mandato hasta el último momento, pero su situación parece bastante precaria ante un Senado donde la mayoría apoya su destitución, según sondeos divulgados el lunes.
La Cámara de Diputados votó el domingo a favor de iniciar un proceso de juicio político contra la mandataria y trasladó, este lunes, dicha decisión al Senado.
Los sondeos realizados por los diarios O Globo , Folha de São Paulo y O Estado de São Paulo entre los miembros de la Cámara Alta, indican que entre 45 y 47 senadores apoyan el juicio político a Rousseff.
En caso de que la mayoría de senadores voten para enjuiciar a Rousseff, ella sería suspendida, y el vicepresidente Michel Temer tomaría el poder de manera temporal.
Bajo los lineamientos del proceso de juicio político, podría tomar poco más de 10 días antes de que se emita un voto, y al menos 40 días antes de que se decida el futuro de Rousseff.
Empero, la velocidad del proceso también depende de la voluntad política del líder del Senado, Renán Calheiros, que podría alargar por meses un eventual juicio y una votación final.
“Tengo la energía, fuerza y valor para confrontar esta injusticia”, [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20160418_0013]]afirmó el lunes Rousseff[[END:INLINEREF]] y acusó a Temer de conspirar en su contra.
La votación en la Cámara Baja empeoró la confusión respecto al panorama político en Brasil, que también lidia con su peor recesión en décadas y con un gran escándalo de corrupción en la empresa estatal Petrobras.
Legalidad. El proceso contra Rousseff se basa en las acusaciones de que utilizó trucos de contabilidad para apuntalar con gasto público el débil apoyo popular que tenía antes de las elecciones.
Rousseff insistió este lunes en que tales maniobras contables no suponen una ilegalidad.
“Practiqué esos actos, que son practicados por todo presidente en el ejercicio de su cargo, y cuando un presidente practica actos administrativos, lo hace basado en toda una cadena de decisión, con análisis técnicos y jurídicos”, indicó.
El abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, dijo tras la votación, que Rousseff podría impugnar el juicio político mediante un recurso que interponga en el Tribunal Supremo Federal, la corte más alta en Brasil.
No obstante, los analistas se mostraban escépticos de que la presidenta pueda mantenerse en el poder al destacar el espectacular fracaso de la gobernante para allegarse el apoyo incluso de los partidos que por mucho tiempo han integrado su coalición.
La votación del domingo se produjo unos 24 años después de que la Cámara Baja abrió un proceso similar en 1992 contra Fernando Collor de Mello, el primer presidente elegido democráticamente en Brasil tras más de dos décadas de gobierno militar. Collor afrontaba acusaciones de corrupción y renunció antes de que el proceso de juicio político concluyera en el Senado.
Aunque las supuestas irregularidades fueron distintas, Rousseff terminó cometiendo los mismos errores políticos que Collor, dijo Luciano Dias, un consultor político de Brasilia.
“Fue arrogante con el Congreso durante mucho tiempo y sus políticas económicas no fueron las correctas”, aseguró.