San Juan
Los puertorriqueños que participaron ayer en un plebiscito, marcado por la abstención y boicoteado por la oposición, votaron a favor de la anexión a Estados Unidos, un resultado que el gobernador prometió defender en foros internacionales.
Unos 2,2 millones de electores puertorriqueños estaban llamados a elegir entre la anexión, la independencia o mantener el statu quo, en un plebiscito no vinculante para Washington sobre el futuro político de esa isla en bancarrota.
Tras el cierre de las urnas, la anexión ganaba holgadamente con 494.393 sufragios (98%), según el reporte de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE).
Sin embargo, la participación, con 97% papeletas escrutadas, era de 23%.
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Estos resultados eran previsibles dado el boicot de los partidos Independentista Puertorriqueño (PIP) y Popular Democrático (PPD), que consideraron la consulta "una farsa".
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló Nevares, anunció tras votar por la anexión que acudirá "a foros internacionales para defender la importancia de que Puerto Rico sea el primer estado hispano de Estados Unidos".
El presidente del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP) manifestó que su gobierno luchará "en Washington y en el mundo entero" para lograr la anexión de esta isla del Caribe.
Puerto Rico, Estado Libre Asociado a Estados Unidos desde 1952 aunque carente de poderes soberanos, se encuentra en la bancarrota fiscal con una deuda pública de $73.000 millones y una economía con una década de estancamiento.
El gobierno de Rosselló Nevares ha sido criticado por gastar $7,5 millones en la consulta, mientras ha cerrado este semestre 163 escuelas del sistema de educación pública al alegar ahorro de fondos.
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Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses desde 1917, pero están impedidos de votar en elecciones presidenciales a menos que residan en Estados Unidos.
Rechazo
Tras conocerse los resultados, unas 500 personas opuestas a la realización del plebiscito se congregaron frente a la CEE y quemaron banderines estadounidenses al canto de "fuego, fuego, los yanquis quieren fuego".
Convocadas por organizaciones de izquierda, repudiaron el "centenario de la imposición de la ciudadanía norteamericana" y los 118 años de "dominación".
Sin embargo, según el partido gobernante, la anexión es la respuesta a la crisis financiera que padece la isla de 3,4 millones de habitantes.
Puerto Rico lleva una década con su economía en decadencia. La isla vivía de grandes empresas que se instalaban atraídas por las exenciones de impuestos, pero esos beneficios fueron abolidos en el 2006 y comenzó la caída libre.
"Quiero garantizar el futuro de mis hijos y de mis nietos con las aportaciones federales que nos corresponden", dijo Miriam Cruz, un ama de casa, tras votar a favor de la adhesión.
Este el quinto plebiscito de estatus que se realiza en la historia de Puerto Rico –los otros se llevaron a cabo en 1967, 1993, 1998 y el 2012– para definir su relación con Estados Unidos, que lo invadió en 1898.