Acapulco, México. AFP. La tormenta Manuel se intensificó ayer a huracán categoría 1 frente a la costa del océano Pacífico de México y amenazaba con causar más daños al país, donde murieron al menos 80 personas desde el sábado y miles de turistas seguían tratando de escapar de Acapulco.
Manuel, que se regeneró después de que el martes apenas quedaban sus remanentes, avanzaba con vientos sostenidos de casi 115 km/h y podría incluso fortalecerse antes de impactar en el noroeste de México, informó el Centro Nacional de Huracanes estadounidense.
El nuevo huracán parecía dirigirse en dirección al noroeste hacia la península de Baja California, donde se ubica el balneario turístico Los Cabos, pero cambió su trayectoria y se encamina a impactar a partir de hoy al norte del estado de Sinaloa (noroeste), informó el Servicio Meteorológico de México.
Situación de emergencia. Manuel puede recrudecer la emergencia en un país asolado por torrenciales lluvias que causaron numerosas inundaciones, cortes de carreteras y deslaves de tierra que han afectado especialmente al empobrecido estado de Guerrero (sur), al que pertenece el balneario Acapulco, casi incomunicado.
En todo el país “ha aumentado el número de decesos lamentablemente. Tenemos 80 hasta el momento” ocurridos en 12 de los 32 estados, dijo en una rueda de prensa en Acapulco Ricardo de la Cruz, director de Protección Civil del Gobierno de México. El balance oficial anterior eran 60 fallecidos.
El Gobierno aseguró que desde hace 55 años no impactaban casi simultáneamente dos tormentas tropicales, como lo hicieron Manuel e Ingrid, en ambas costas mexicanas (la del Golfo y la del Pacífico).
Ingrid ya se está disipando, pero contribuyó en los últimos días a las lluvias que han afectado a dos terceras partes de este país de 118 millones de habitantes.
Labores en Acapulco. En Acapulco, donde cesaron las tormentas, los equipos de rescate trabajaban arduamente para retirar derrumbes de las dos carreteras que la comunican con ciudad de México.
En este puerto, antaño destino favorito de estrellas de Hollywood y hoy azotado por la violencia del narcotráfico, seguían varados miles de turistas por quinto día corrido desde el inicio de estas tormentas, que han provocado desabastecimiento de alimentos y saqueos.
Bajo un fuerte y renovado sol, miles de frustrados turistas se agolpaban en una base militar cercana a Acapulco con la esperanza de volver a sus hogares y trabajos.
“Desconocíamos el clima, nos trajimos ropa y recursos para pocos días y tenemos actividades en la Ciudad de México que nos apremian para regresar”, declaró Juan Pablo Beltrán (22 años), miembro de un grupo de 45 jóvenes colombianos que viven en México por un intercambio estudiantil.
Hasta ahora habían sido evacuados en vuelos militares y comerciales más de 5.000 turistas, pero la alcaldía de Acapulco calculó que quedaban todavía unos 40.000 visitantes varados.
En medio del caos, se han reportado varios casos de multitudinarios saqueos a comercios.
“Sí, hay desesperación, lamentablemente, pero ya al Ejército y la Marina (Armada) les llegaron más soldados”, manifestó el alcalde de Acapulco, Luis Walton.
El inusual doble azote de Manuel e Íngrid mantenía a 30.000 personas en albergues, dañó 91 carreteras y dejó a 415.000 personas sin luz eléctrica, de las cuales el 20% continuaba a oscuras.
A esto se añade una zona de baja presión que estaba en el Golfo de México y tenía potencial de convertirse en ciclón, advirtió el SMN.