Guantánamo, Cuba, y Petit-Goave, Haití. AP y AFP. El ojo del huracán Matthew, de categoría 4, tocó tierra anoche cerca del extremo oriental de Cuba, con vientos máximos de 220 km/h que provocaban olas de hasta seis metros en el malecón de Baracoa, en Guantánamo.
La Defensa Civil de Cuba ya había evacuado a 1,3 millones de personas después que el fenómeno azotó Haití y República Dominicana, países donde cobró al menos nueve vidas.
Mourad Wahba, representante especial del secretario general de Naciones Unidas en Haití, dijo que la destrucción que dejó el paso del meteoro “es el mayor evento humanitario” desde el devastador terremoto de enero de 2010.
Advirtió de que gran parte de la población se vio obligada a dejar sus hogares, y que al menos había 10.000 personas en refugios, mientras que varios hospitales se inundaron o quedaron sin agua. Un hospital de la ciudad de Les Cayes se quedó sin techo, añadió.
Anoche, Estados Unidos también se alistaba. Las autoridades en el condado Hyde, en la costa de Carolina del Norte, emitieron un aviso de estado de emergencia por el posible arribo de Matthew y ordenaron la evacuación obligatoria de los visitantes que lleguen a la isla Ocracoke, cuyas playas son de gran atractivo turístico.
Los habitantes y dueños de propiedades en la isla tendrán hasta hoy para hacer preparativos antes de que ellos también tengan que evacuar obligatoriamente el jueves.
Matthew se formó inicialmente como tormenta tropical el miércoles 26 de setiembre en el Atlántico, sobre las Antillas Menores, y se tornó en huracán a partir del fin de semana.
El punto específico de su formación se ubicó a 55 km al sureste de la isla de Santa Lucía , según el Centro Nacional de Huracanes, en Miami.
Su primera víctima se dio en la isla de St. Vincent, donde un adolescente de 16 años murió aplastado por una roca cuando trataba de destrabar un desagüe.
Luego alteró la vida en Aruba, Bonaire y Curazao. También en Barbados, Dominica y Martinica hasta tomar dirección hacia Haití y Cuba.
Impacto en Cuba. El meteoro, categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson (de cinco niveles), tocó tierra en el extremo este de Cuba poco antes de las 7 p. m. (5 p. m. en Costa Rica). El ciclón se desplazaba a una velocidad de 17 km/h y podría alcanzar el sureste de Estados Unidos esta semana.
Tony Matos, presidente del Consejo de Defensa Municipal de Baracoa, declaró anoche que el mar comenzaba a penetrar fuerte en tierra y que había “ligeras inundaciones”.
Agregó que la zona oriental estaba a oscuras, y muchos árboles fueron arrancados por la violencia de los vientos, mientras que varias vías estaban bloqueadas.
“Los cubanos tienen un nivel ejemplar de preparación con respecto a la región. Basta con mirar las cifras de vidas salvadas en los pasados ciclones”, afirmó Jerome Faure, director en Cuba de la ONG humanitaria Oxfam.
En los últimos 15 años, el país ha sido azotado por 11 huracanes de gran intensidad, los que dejaron 42 muertos.
Además de Guantánamo, se encontraban en estado de alarma por el fenómeno meteorológico las provincias de Santiago de Cuba, Camagüey, Holguín, Granma y Las Tunas.
Castigó Haití. Con anterioridad, Matthew embistió la punta suroeste de Haití con vientos arrasadores de 233 km/h y lluvias intensas, que arrancaron techos y tumbaron árboles en esa área pobre y predominantemente rural.
Al país más pobre del continente, el ciclón arribó en la madrugada e hizo impacto en una zona donde muchos habitantes pobres viven en endebles casuchas de madera.
En la vecina República Dominicana, cuatro personas murieron a causa de Matthew.