La Habana
Representantes del gobierno de Colombia y la guerrilla más importante de ese país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), comenzaron el lunes en Cuba una nueva ronda de negociaciones para intentar alcanzar acuerdos en el combate al narcotráfico, uno de los seis puntos de un eventual convenio general de paz.
Los rebeldes de las FARC y delegados del presidente Juan Manuel Santos reiniciaron sus conversaciones a puertas cerradas y volverán a debatir el combate al contrabando de drogas, el tercero de una agenda de seis puntos acordada en el 2012.
“Hay que ponerle optimismo a lo que pueda resultar de este ciclo”, dijo a periodistas Jesús Santrich, uno de los negociadores rebeldes, cuyo nombre legal es Seusis Pausivas Hernández, minutos antes de ingresar a la sala del Palacio de Convenciones capitalino, donde se desarrollan las negociaciones.
Antes de la suspensión temporal de la ronda a comienzos de mes se esperaba que las partes llegaran a un acuerdo, lo cual no sucedió.
Se espera que la presente ronda esté terminada antes de las elecciones en Colombia, el 25 de mayo.
“Nuestra campaña es por la paz”, dijo a periodistas otro de los miembros de la delegación guerrillera, Andrés París. “Observamos que las distintas candidaturas se han corrido en su mensaje hacia la defensa de la solución política del conflicto”.
París, cuyo nombre legal es Jesús Emilio Carvajalino, indicó que espera que los sentimientos por la desactivación de la guerra no sean manipulados por intereses electoreros.
Las partes iniciaron el proceso a fines del 2012 en Oslo, Noruega, y luego se trasladaron a Cuba.
Ambos países, junto con Venezuela y Chile, son facilitadores del proceso que podría poner fin a un conflicto armado que ya lleva cinco décadas.
Anteriormente, la delegación gubernamental que encabeza Humberto de la Calle, y las FARC, llegaron a acuerdos parciales sobre otros dos puntos en la agenda: los problemas agrarios y la participación política.
En una entrevista con la radio RCN, Santos dijo que el proceso de paz ha tenido un gran avance.
“Yo creo que va en un 60% o 65%”, aseguró el jefe de Estado. “Ya pasamos la mitad del camino, los puntos más complicados. Y, por supuesto, quedan puntos muy complicados, muy sensibles”.
Santos sostuvo que se ha avanzado más que cualquier intento de paz anterior, sin poner en riesgo la seguridad de los colombianos, sin pausa pero también sin prisa. “Porque un conflicto de 50 años no se resuelve en 50 meses”, aseguró el gobernante.
El mandatario confió en que después de las elecciones presidenciales -en las que buscará su reelección- se pueda acelerar el proceso.