Buenos Aires. AFP. A 21 años del atentado contra el centro judío AMIA, el peor en la historia argentina, empezó este jueves el juicio contra 13 acusados por encubrir y desviar pruebas, entre ellos el expresidente Carlos Ménem, quien faltó luego de alegar “problemas de salud”.
Familiares de víctimas de este atentado, que dejó 85 muertos y 300 heridos en 1994, manifestaron que este proceso judicial puede marcar un precedente contra la impunidad, pero algunos acusados lo calificaron como “una escenografía” que no servirá de nada.
Se escucharon silbidos tras el anuncio, en el Tribunal Oral Federal 2 de Buenos Aires, de la ausencia del expresidente de 85 años (1989-1999), por problemas de salud mencionados por su abogado, Omar Daer.
“Es una vergüenza, quiso evitar las fotos”, dijo a la AFP Diana Malamud, cuyo marido trabajaba en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y murió en el atentado, y quien ha sido un referente de la Asociación Civil Memoria Activa.
Sergio Burstein, de la agrupación de familiares 18J, agregó: “Nosotros padecimos el ocultamiento, el engaño. Se nos rieron en la cara. Nos negaron saber la verdad. Lo único que esperamos del juicio es torcer el brazo a la impunidad”.
La defensa de Menem pidió en el tribunal presidido por el juez Jorge Gorini, que siga el juicio por videoconferencia, decisión que quedó pendiente al considerar “ilegible” el informe médico.
Otro de los acusados ausentes fue el extitular de los servicios de inteligencia Hugo Anzorreguy, hospitalizado por una infección.
Los fiscales Roberto Salum y Sabrina Namer forman parte del equipo de la Unidad Fiscal de Investigación AMIA, que reemplazó a Alberto Nisman, hallado muerto en enero.
Este juicio no es contra acusados del atentado en sí, sino contra inculpados de haber ocultado pruebas y haber desviado la investigación.
Las familias de las víctimas reclaman justicia desde el 18 de julio de 1994, cuando se cometió el atentado en Buenos Aires.
La Justicia acusa a exaltos funcionarios de Irán de haber organizado el ataque contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y de haber encargado al grupo armado libanés Hezbolá de perpetrar el ataque, versión que Teherán niega.
Junto al senador Ménem, también están inculpados el destituido juez Juan José Galeano, que estuvo a cargo de la instrucción y un exdirigente de la comunidad judía, Rubén Beraja, quien era presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) en los años 90.
“Estos acontecimientos tienen mucho de escenografía, me parece bien que se investigue aunque es un absurdo que me imputen a mí”, dijo Beraja.
El acusado cree que este juicio no ayudará a esclarecer el atentado en sí. Se les imputa violación de medios de prueba, falsedad ideológica, encubrimiento, abuso de autoridad y peculado.
Este es el segundo juicio por la causa AMIA luego de una anulación en el 2004, tras la absolución de todos los acusados argentinos de proveer el apoyo logístico.
Entre ellos, Carlos Telleldín, un vendedor de autos robados acusado de haber proporcionado la camioneta bomba que voló el edificio y que habría recibido $400.000 para inculpar falsamente a una decena de policías.