Cochabamba, Bolivia. AFP. El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo ayer que estudiará el “cierre” de la Embajada de Estados Unidos para evitar una presunta conspiración interna, tras la denuncia de su gobierno de que Washington presionó a cuatro países europeos para cerrarle el martes el espacio aéreo mientras viajaba de Moscú-La Paz .
“Vamos a estudiar, si fuera necesario, cerrar la Embajada de Estados Unidos en Bolivia. No necesitamos Embajada de Estados Unidos en Bolivia”, afirmó poco antes del inicio de una reunión con sus homólogos de Ecuador, Venezuela, Uruguay, Surinam y Argentina, para analizar lo que sufrió cuando Francia, Portugal, España e Italia le prohibieron sus espacios aéreos.
La Paz insiste en que esos cuatro países fueron presionados por Estados Unidos, que habría hecho circular el “rumor” de que el avión presidencial transportaba al prófugo informático Edward Snowden, requerido por Washington por revelar datos sobre espionaje.
Morales echó del país en el 2008 al embajador estadounidense y a la agencia antidrogas DEA. Los acusó de conspirar.
En mayo también ordenó la salida de los representantes del programa de cooperación USAID.
Bolivia y Estados Unidos carecen de embajadores desde 2008.
La cita presidencial en Cochabamba era para dar “un apoyo incondicional al Gobierno de Bolivia, al Estado plurinacional de Bolivia, frente a esta desproporcionada e injusta agresión de Estados Unidos y sus aliados europeos”, expresó el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
En territorio boliviano se encontraban los presidentes Rafael Correa (Ecuador), Nicolás Maduro (Venezuela), José Mujica (Uruguay), Dési Bouterse (Surinam) y Cristina Fernández (Argentina).