Bogotá. AFP La violencia que se expande como una epidemia en la sociedad colombiana, sometida a un conflicto armado de medio siglo, afecta la salud mental de quienes la padecen y es hoy en día un problema de salud pública en Colombia, advierten expertos.
“El impacto de la violencia constituye un problema de salud pública que vemos como una epidemia, pero que está invisibilizada”, según el coordinador general de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) en Colombia, Javier Martínez.
“A pesar del profundo impacto que la violencia tiene en la población colombiana, la salud mental sigue siendo un campo poco explorado y la respuesta de los servicios sanitarios frente a trastornos mentales es generalmente limitada o inadecuada”, explica.
MSF presentó esta semana un informe en el que asegura que la violencia es “el principal problema de salud pública del país” y llama la atención sobre la “falta de un plan” con el que el Gobierno “garantice el acceso a servicios de salud mental de calidad para la población afectada” por el conflicto.
Miles de consultados. El informe está basado en entrevistas a 4.455 pacientes atendidos por la ONG en 2012 en regiones del sur de Colombia, en las que se vive con gran intensidad el conflicto armado que enfrenta a militares y guerrilleros.
Del total de esos pacientes, un 67% había vivido directamente uno o más hechos violentos y sufría de síntomas como ansiedad, depresión y preocupación constante.
Además, 30% había experimentado hechos asociados con el conflicto, al presenciar casos de violencia física, asesinatos o amenazas.
En uno de los testimonios recogidos por MSF, un hombre de 21 años del Cauca relata cómo le dispararon a su tío. “Ellos le dispararon y después no lo volví a ver”, cuenta el joven, cuya identidad es mantenida en reserva.
El psicólogo Camilo Jácome, expresidente de la Sociedad Colombiana de Psicoanálisis, explicó que la exposición a este tipo de violencia “genera traumas, producto de un exceso de fuerza ejercido por otros, que el yo no está en capacidad de manejar”.
Incluso con la posibilidad de que el fin del conflicto se aproxime, con los diálogos de paz que el Gobierno adelanta desde noviembre en Cuba con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), los expertos aseguran que las heridas psicológicas tardarán en sanar.