Caracas
La fiscal general, Luisa Ortega, se ha convertido en una auténtica piedra en el zapato para el gobierno, al punto de que un diputado chavista pedirá a la justicia evaluar su salud mental, pues cree que podría llevar a Venezuela a una guerra civil.
"Vamos a ir al Tribunal Supremo de Justicia a solicitarle (...) que se conforme una junta médica de expertos, de peritos, psicólogos y psiquiatras que le hagan una evaluación a la señora", dijo el legislador Pedro Carreño, este lunes al canal estatal VTV.
Carreño consideró que la fiscal tiene una "insanía mental" y comparó el caso con el del expresidente ecuatoriano Abdalá Bucaram, a quien el Congreso de su país destituyó en 1997 por supuesta incapacidad mental.
Ortega "nos puede llevar a una guerra civil (...), pero también puede generar las condiciones para una invasión extranjera", afirmó el político.
Confesa chavista, la fiscal se alejó del gobierno de Nicolás Maduro desde marzo pasado, al denunciar una "ruptura constitucional" por decisiones del TSJ contra el Parlamento, bajo control de la oposición, que acusa a esa corte de servir al gobierno.
La jefa del Ministerio Público también pidió a Maduro retirar su convocatoria a una Asamblea Constituyente y responsabiliza a militares de violaciones de derechos humanos durante las protestas opositoras que dejan 65 muertos desde el 1.° de abril.
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Debido a ello, altos dirigentes chavistas la llaman "traidora" y la semana pasada organizaron un acto masivo frente a su despacho para exigirle que renuncie.
"Cuando hay un juicio por insanía mental, incluso se recomienda la reclusión (...). A esta señora habría que recomendarle la reclusión también", aseveró Carreño.
Pero un proceso de ese tipo para funcionarios no previsto en la ley venezolana, y en todo caso el Legislativo es el único órgano facultado para destituir a la fiscal, dijo a la AFP la exmagistrada Blanca Rosa Mármol.
Sin embargo, Carreño subrayó que se debe pedir la intervención del TSJ incluso antes de que empiece a sesionar la Constituyente, que según el diputado Diosdado Cabello dará vuelta a la Fiscalía, "como una media para que se ponga a la orden del pueblo, de la Justicia".
Siguen las protestas
La oposición venezolana protestó este lunes de nuevo en las calles contra el gobierno, pese a que el presidente Nicolás Maduro oficializó su solicitud de referendo para la Carta Magna que surja de la Asamblea Constituyente.
Militares dispersaron con gases lacrimógenos a pequeños grupos de opositores que se concentraron en varios puntos de Caracas para sumarse a un plantón en la autopista Francisco Fajardo, en el este, donde hubo disturbios en los que los diputados Miguel Pizarro y Juan Requesens denunciaron haber sido golpeados.
Las manifestaciones, que dejan 65 muertos y más de un millar de heridos desde que estallaron el 1.° de abril, exigen la salida del poder de Maduro mediante elecciones generales y rechazan la Constituyente, en medio de una grave crisis económica.
Venezuela, que sufre el desplome de los precios del petróleo –fuente de 96% de sus divisas–, vive una escasez crónica de alimentos y medicinas y una inflación que podría llegar a 720% en el 2017, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
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Mientras las fuerzas de seguridad y los manifestantes se enfrentaban en el este y oeste de Caracas, en el centro altos funcionarios del Gobierno presentaban en el Consejo Nacional Electoral (CNE) el documento que prevé el referendo.
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, quien recibió el texto, propuso el 30 de julio para la elección de la Constituyente, que tendrá un sistema de votación territorial y por sectores sociales que, según la oposición, es "fraudulento", porque garantizará que el chavismo gane la mayoría de los 545 asambleístas.
La oposición decidió no participar por estimar que Maduro pretende perpetuarse en el poder a través de decisiones que tome la Constituyente, que según el mandatario será un "suprapoder" por encima de la ley.
"Creen que el 30 de julio vamos a permitir que se instaure una Constitución cubana. La estrategia de referendo refleja fracturas, que Maduro no tiene la fuerza en el chavismo para imponer su visión", dijo el diputado Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento, de mayoría opositora.