Buenos Aires. AFP. El debate presidencial del domingo entre el oficialista Daniel Scioli y el opositor de derecha Mauricio Macri, el primero en la historia argentina, no dejó ganador ni argumentos fuertes, según la mirada de analistas que relativizaron este lunes su peso de cara al balotaje del 22 de noviembre .
“La impresión es que ambos terminaron consolidando su propio electorado”, dijo Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit.
Según el último sondeo de esa encuestadora , Macri tiene una intención de voto de 46% mientras Scioli alcanza el 40%, aunque con una gran masa de indecisos (11%) y de electores que manifiestan que votarán en blanco (4,3%).
En la primera vuelta, del 25 de octubre, Scioli, candidato de la presidenta Cristina Fernández , fue el más votado (37,8%), aunque la brecha que lo separó de Macri (34%) fue menor a la que vaticinaron todos los sondeos.
Scioli (58 años) y Macri (56) abordaron un temario amplio sobre desarrollo económico y humano; educación, seguridad y derechos humanos, y fortalecimiento democrático, en exposiciones con pocas respuestas.
“En términos de argumento, fue bastante pobre el debate en general. Ni se respondieron las preguntas ni se dieron muchas explicaciones sobre las cosas que se proponían; argumentalmente, no fue un debate muy sólido”, estimó Fornoni.
Portavoces de la Iglesia católica destacaron este lunes la trascendencia del debate, aunque lamentaron que el tema de la corrupción haya estado ausente.
“¿Por qué no salió el tema de la corrupción? Es un tema de fondo, algún día tendremos que entenderlo”, se quejó monseñor Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, en la provincia de Córdoba, a través de la red social Twitter.
El obispo consideró sin embargo que el debate “con todos sus límites, es un paso adelante en la construcción de nuestra democracia”.