Iquique, Chile. AFP y AP. Un nuevo temblor de magnitud 7,8 en la escala de Richter remeció anoche el extremo norte de Chile y ocasionó una nueva evacuación en todo el borde costero ante la posibilidad de un sunami.
El movimiento telúrico se registró a las 11:43 p. m. (8:43 p.m. en Costa Rica) y su epicentro en tierra fue ubicado a 23 km al sur de Iquique, donde el martes por la noche otro terremoto de magnitud 8,2 grados afectó el extremo norte del país, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El sismo se registró unos 45 minutos después de que otra réplica de magnitud 6,4 grados sacudiera al mismo territorio.
Tras la alerta de sunami, la población de las localidades costeras del país fueron evacuadas, especialmente en Arica, Iquique y Antofagasta.
En Arica, 2.100 km al norte de Santiago, el temblor fue precedido por cortes de luz en varios sectores de la ciudad y por un fuerte ruido, que dio lugar a que empezaran a sonar todas las alarmas del puerto.
Las sirenas también se activaron en Iquique, 300 kilómetros al sur de Arica. No hubo informes de lesionados luego de la réplica.
En Perú, las autoridades emitieron la alerta de sunami para la región sur del país.
Horas antes del fuerte movimiento, miles de personas regresaban a sus casas en el norte de Chile tras la evacuación por la alerta de sunami activada por el sismo de 8,2 grados que dejó seis muertos y daños menores, pese a su potencia.
La presidenta Michelle Bachelet, quien viajó a las regiones norteñas de Arica y Tarapacá, decretadas zona de catástrofe, se reunió ayer con un comité de emergencia para supervisar la situación y sobrevoló las zonas más afectadas.
A la luz del día, comenzó la revisión de los daños estructurales en viviendas, escuelas y hospitales, con el objetivo de garantizar la seguridad y recuperar cuanto antes la normalidad.
En Iquique, la ciudad más cercana al epicentro del sismo del martes, y en la aledaña Alto Hospicio, fallecieron por infarto y aplastamiento una mujer y cinco hombres, uno de los cuales fue identificado como ciudadano peruano.
Pese a que todavía no había disponible una estimación de los daños causados por el sismo, la Oficina Nacional de Emergencias dijo que hubo unas 2.500 las viviendas dañadas en Alto Hospicio, una población con residencias más precarias que Iquique.
Al amanecer, la alerta de sunami que mantuvo evacuadas a 972.000 personas a lo largo de unos 4.000 kilómetros de costa, fue cancelada después de unas diez horas, y los vecinos volvieron a sus casas.
“Se ha enfrentado de una manera ejemplar una tarea titánica”, manifestó Bachelet.
En Iquique se veían el miércoles techos caídos, ventanales quebrados y estantes y mercancías en el suelo en los centros comerciales, pero ningún edificio colapsado ni gran destrucción en las calles.
Restablecer servicios. La prioridad en estos momentos, según Bachelet, es garantizar el acceso a agua y luz en las casas, servicios que iban reponiéndose de forma progresiva durante el día.
La escasez de energía y el temor de que ocurra otro terremoto habían desatado un frenesí entre los vecinos de Arica, al norte, por obtener pilas, linternas y alimentos.
“No tengo luz en casa, tenía que viajar a Iquique y fue imposible porque suspendieron los vuelos”, dijo Carla Fernández, una farmacéutica que esperaba su turno para surtirse de vituallas (víveres).
Los supermercados abrieron durante la tarde y en las gasolineras de Iquique se podían ver filas de personas para abastecerse de combustible, que era racionado a compras de unos $20.
Al mediodía empezaron a reanudarse los vuelos hacia las tres capitales del norte –Antofagasta, Iquique y Arica.–