¿Cuál considera sea la estrategia de Maduro ante la decisión de pedir más poderes?
Pienso que es un régimen que está contra la pared, porque la situación interna está muy difícil por la carestía y por la baja popularidad. Entonces recurre a una vieja maniobra de todo régimen, que es tratar de unificar al país frente al enemigo externo y ese enemigo desde la época de Chávez ha sido el imperialismo norteamericano. Sin embargo, esa denuncia va acompañada de este llamado para legislar contra el imperialismo. ¿Qué quiere decir esto? Poderes especiales para pasarles por encima a las normas constitucionales y probablemente busca postergar las elecciones legislativas.
En la situación actual del presidente venezolano, ¿son necesarios estos poderes?
Maduro tiene el Poder Judicial, el poder del Ejército, tiene el poder de la Asamblea, donde tiene las mayorías y no necesita nada más. Esto es únicamente tratar de movilizar a la población frente a la amenaza del enemigo externo y de neutralizar a la oposición interna que ha venido creciendo.
¿Aún hay margen de desgaste en las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos?
Ya más no se podría. El próximo paso que sigue en este escenario político es romper relaciones diplomáticas.
¿Lo ve posible?
No lo creo todavía. Me parece que ninguno de los dos tiene interés en quemar los puentes y Maduro necesita de los ingresos del petróleo que vende a Estados Unidos, aunque ya Estados Unidos no necesita tanto de ese petróleo. Yo no creo que (Maduro) lleve la escalada hasta ese punto.