São Borja, Brasil. AFP. Brasil exhumó ayer los restos del expresidente João Goulart (1961-1964), fallecido hace 37 años en el exilio en Argentina, para investigar si fue envenenado en el marco del Plan Cóndor que coordinó la represión entre las dictaduras del Cono Sur.
Goulart fue derrocado por un golpe militar perpetrado en 1964 y murió en su estancia en Mercedes, Argentina, en 1976, supuestamente de un ataque cardíaco. Nunca se le realizó una autopsia.
La exhumación fue reclamada por familiares del expresidente a la Comisión Nacional de la Verdad, instalada en el 2012 para investigar las violaciones de los derechos humanos en la dictadura (1964-85).
La operación se realizó en medio de un fuerte dispositivo de seguridad en el cementerio de São Borja, al sur del país, y cerca de la frontera con Argentina, la ciudad donde Goulart –conocido como Jango– nació y fue enterrado.
La operación estuvo a cargo de dos peritos de Argentina, dos de Uruguay, dos escogidos por familiares de Goulart y dos por la Fiscalía federal de Río Grande do Sul, así como por un perito de la Comisión Internacional de la Cruz Roja, que actuó como observador.
La tesis de la Comisión Nacional de la Verdad se basa, principalmente, en declaraciones del exagente de la inteligencia uruguaya Mario Neira, detenido en Brasil por tráfico de armas, quien hace varios años dijo que Goulart murió envenenado por agentes uruguayos al servicio de Brasil .
Los restos de Jango se trasladarán a Brasilia hoy para que reciba los honores de jefe de Estado que no tuvo hace 37 años. “Tengo 37 años, nací en el exilio y tengo tres nacionalidades debido a esta persecución política”, dijo uno de los nietos de Jango, Christopher Goulart.