Sao Paulo (AFP).
La aprobación del gobierno de la presidenta brasileña Dilma Rousseff subió de 31 a 38 por ciento en un mes tras salir del foco de las protestas callejeras y debido a la mejoría de algunos indicadores económicos.
El porcentaje se obtiene tras un sondeo realizado por la encuestadora Ibope y el diario O Estado de Sao Paulo, muestra que la opinión "malo o pésimo" contra el gobierno descendió en siete puntos porcentuales, al pasar de un 31 a un 24 por ciento.
La evaluación de que el gobierno es "regular" se mantuvo en 37 por ciento, según extractos de la encuesta publicados en el sitio web de Estado.
La popularidad del gobierno de Rousseff había sido récord en marzo, cuando alcanzó 63 por ciento, pero se derrumbó más de 30 puntos porcentuales en junio a raíz de las manifestaciones que sacaron a la calle a más de un millón de personas, que reclamaron mejores servicios públicos y cargaron contra la corrupción, los partidos políticos y los gastos del Estado en la Copa del Mundo 2014.
Pero "las protestas disminuyeron de tamaño y de objetivo. La presidenta no está más en el foco de las manifestaciones", explicó Marcia Cavallari, presidenta de Ibope Inteligencia.
La reducción de las tasas de inflación y desempleo también ayudaron a la "lenta" recuperación de la imagen del gobierno. "Son indicadores concretos que marcan la diferencia en el día a día del elector", siguió Cavallari.
Hace dos semanas, Datafolha colocó la aprobación del gobierno también en 38 por ciento de 36 por ciento.
El sondeo, con un margen de error de +/- 2%, fue realizado entre el 15 y 19 de agosto a 2.002 personas en 143 ciudades de Brasil.