Violentos combates se llevaban a cabo ayer en la noche en la ciudad de Bani Walid, uno de los últimos bastiones fieles al exdirigente Muammar Gadafi, al sudeste de Trípoli, anunció un responsable del nuevo régimen que regresaba del frente.
“Miembros de células revolucionarias entraron en acción y combaten contra hombres armados leales a Gadafi en las calles de la ciudad”, declaró Abdala Kenchil, responsable de las negociaciones en el Consejo Nacional de Transición (CNT).
Según Kenchil, los combates no constituyen “una ofensiva general contra Bani Walid. Nuestras fuerzas sólo tratan de parar la actividad de quienes nos lanzan ataques con cohetes, y de los francotiradores”.
Kenchil detalló que hubo un muerto y cuatro heridos entre los “revolucionarios”, y tres muertos en las filas gadafistas.
Asimismo soldados leales a Gadafi lanzaron ayer un contraataque en el Valle Rojo, a unos 60 km al este de Sirte.
La contraofensiva comenzó con la llegada de un convoy de una decena de vehículos de los partidarios de Gadafi a la línea del frente, situada a la salida este de la localidad del Valle Rojo.
El principal dirigente libio de facto, Mahmud Jibril, advirtió, en su primer discurso desde Trípoli, que “la lucha de liberación aún no está terminada” y que hay que prever duras batallas en Sirte, bastión de los gadafistas.
Interpol emitió ayer una “notificación roja” contra el exlíder, que es ya objeto de una orden de captura de la Corte Penal Internacional por “presuntos crímenes contra la humanidad”.
Jibril se negó a especular sobre el posible paradero de Gadafi, pero dijo que esta “lucha de liberación” sólo concluirá cuando se “capture o elimine a Gadafi”.