Alberto Brunori
Alto comisionado de DD. HH. de la ONU
¿Qué es lo que no cambia en Guatemala a 15 años de logrados los Acuerdos de Paz?
El problema es que los cambios clave no han transformado las estructuras del país; se ha avanzado solo en ciertas áreas.
Que en el 2011 tengamos un 50% de niños desnutridos, parece casi un retroceso. También en el tema de posesión de la tierra; el país no toma en cuenta a los pueblos indígenas en la planificación del propio desarrollo; acá, la mayoría indígena es del 60% de la población, pero se le trata como minoría.
¿Cómo ve la presencia política indígena en el Gobierno?
No puede ser que un país con mayoría indígena tenga a nivel del Gobierno Central tan poca presencia. Solo hay un ministro indígena, el de Cultura, pero los que tienen plata, como Finanzas, Economía y otros; ahí no ves indígenas.
En el Congreso hay solo 19 congresistas indígenas de 158 posibles, en la Corte de Constitucional, ni uno. Hay un problemas de falta de acceso a estructuras de poder para los indígenas, es una forma de exclusión.
¿Diría que la exclusión es general en todo el país?
Guatemala es un país cuya multiculturalidad está reconocida, pero gran parte de la población no se reconoce como tal. Realmente ves que el país no vive esa herencia como un punto de fuerza. Es una de las grandes contradicciones. El indígena es percibido como el origen del retraso, un obstáculo al desarrollo. No es que sea una política de Estado pero se siente con claridad.