Nueva York
La Cumbre del Clima, que se realizó esta semana en Nueva York, fue en muchos aspectos como otras citas internacionales sobre el cambio climático, más discurso que acciones concretas. Sin embargo, algo fue diferente: la ciudadanía envió un contundente mensaje a los gobiernos sobre la urgencia del tema.
Contra todo pronóstico, 400.000 ciudadanos salimos a las calles de Nueva York (unos 700.000 en todo el mundo) para exigir acciones concretas. Fue una marcha en que ninguna voz prevaleció más que la otra, en que se mezclaron generaciones, credos religiosos e ideologías. Doctores, ingenieras, maestros, actores de Hollywood, sindicatos, niños y abuelas caminaron entre los rascacielos de "La Gran Manzana" con pancartas que pedían: ¡Sí a la energía limpia! ¡Aire sano para mis nietos! ¡Ciudades sanas!
El tono fue pacífico, pero urgente, con esa urgencia que no vemos en los Gobiernos del mundo, ni en la industria de los combustibles fósiles. Además, una petición electrónica recogió más de 2 millones de firmas a favor de la energía limpia.
¿Qué pasó en la Cumbre? A primera hora, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban-Ki-moon, invitó a los 125 jefes de Estado y representantes de gobiernos a hacer anuncios concretos de su lucha contra el cambio climático, mientras que la tarde estuvo destinada a anuncios de líderes del sector privado, alcaldías, universidades y organizaciones de la sociedad civil. El énfasis estuvo en tres ejes: energía, ciudades y bosques y aquí se hicieron los anuncios más prometedores.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto presidió una mesa redonda donde varias instituciones financieras, incluidos fondos de pensión, ofrecieron ejemplos de lo que se puede hacer para que los proyectos de energía limpia sean financiados. Además, la primera ministra de Dinamarca presidió una sesión sobre financiamiento a las energías renovables.
Francia, por su parte, fue uno de los países que capturó más la atención, gracias al anuncio de un aporte de $1.000 millones para la lucha climática, mientras que por parte de Costa Rica el presidente Luis Guillermo Solís sugirió que los pilares del compromiso de reducción de emisiones vendrán sobretodo de intervenciones en el transporte y la matriz energética.
Transporte y energía. Los anuncios de la Cumbre en materia de transporte bajo en carbono podrían ahorrarle a los gobiernos, compañías y personas unos $70 trillones. Además, unos 340 fondos de inversión están pidiendo una señal de largo plazo que permita hacer inversiones en tecnologías limpias. Sin embargo, la ausencia de empresas petroleras en la Cumbre y su insistencia en seguir explotando recursos dejó en el aire la pregunta incómoda planteada por Jeff Sachs ¿No será que seguimos "jugando juegos"?
China y los Estados Unidos son los principales implicados en ese tema, ya que de cada cinco toneladas de carbono emitidas en el mundo, dos toneladas vienen de los Estados Unidos y China. Dado que Estados Unidos genera el 16% y China el 24% del total, no hay solución posible si ambos países no aceleran su transición a la energía limpia. Ambos países hicieron una declaración de intenciones porque será en el proceso formal en la ONU (y canales bilaterales) que estos países negociarán sus reducciones de emisiones.
La Cumbre del Clima en Nueva York lanzó un claro mensaje que no podemos obviar. La era de la energía limpia ya empezó. Algunos gobiernos se resistirán, pero la ciudadanía no resiste más. Mónica Araya es economista y directora de la ONG Costa Rica Limipa.