Sevilla, España EFE, AP Dos partidos de reciente creación que han alterado el panorama político en España, lograron avances significativos el domingo en las elecciones parlamentarias de Andalucía, consideradas el termómetro de las que se avecinan en todo el país este 2015.
El partido izquierdista Podemos, vinculado al partido griego Syriza que se opone a las medidas de austeridad impuestas por la Unión Europea, quedó en tercer sitio al ganar 15 escaños en el Parlamento de 109 bancas de Andalucía, tal y como habían pronosticado los sondeos.
“ El mapa político en Andalucía y en España ya ha cambiado”, afirmó Teresa Rodríguez, candidata de Podemos.
Otro partido nuevo, Ciudadanos, una organización de centro, quedó en cuarto lugar, con nueve escaños. Ciudadanos trata de demostrar que puede tener éxito fuera de su base en Cataluña para convertirse en una potencia a nivel nacional.
“Estoy convencido de que habrá gente que después de lo que hoy ha pasado no querrá ver que España está cambiando”, dijo Albert Rivera, líder de Ciudadanos. “Habrá gente que querrá seguir viendo y leyendo en las noticias que no han perdido, que han ganado, pero todos sabemos que el bipartidismo ha muerto”.
Con el 96% de los votos computados, el gran perdedor de la jornada fue el Partido Popular del presidente Mariano Rajoy, que pasó de 50 bancas que obtuvo en 2012 a 33 el domingo.
Los socialistas (PSOE) ganaron sin mayoría (que se logra con 55 escaños) al obtener 47 escaños, por lo que tendrán que buscar apoyos para gobernar.
Sin embargo, las alianzas no serán fáciles, porque estos comicios de ayer, aunque regionales, adquieren un significado especial a nivel nacional.
Primera del año. Las elecciones andaluzas han abierto un año con varias citas con las urnas. En mayo habrá elecciones en trece regiones y unos 8.000 ayuntamientos de toda España y a finales de 2015 se celebrarán las legislativas para renovar el Parlamento nacional y formar gobierno.
Por ahora, el PP domina el Ejecutivo central y la mayoría de los poderes locales, con el PSOE en la oposición, pero todas las encuestas auguran una fuerte subida de Podemos y Ciudadanos, hasta el punto de que los cuatro partidos estarían separados por pocos puntos porcentuales.
Ello abriría un escenario diferente y novedoso en las poco más de tres décadas y media del actual periodo democrático, que siempre han visto la alternancia de socialistas y populares, porque serían necesarios pactos para garantizar la gobernabilidad.
El caso de Andalucía es diferente, ya que es el principal centro de poder de los socialistas, aunque se trata de la región más poblada de España, con 8,3 millones de habitantes, siempre gobernada por la misma formación.
No obstante, las elecciones de hoy sí apuntan la tendencia a la irrupción de Podemos y de Ciudadanos, dos formaciones que apuestan por la regeneración democrática y que han debilitado las expectativas de votos de los dos grandes partidos, PP y PSOE.
Ambos grandes partidos se han visto perjudicados en los sondeos por varios casos de corrupción y por la crisis económica de estos años en España, que son los dos asuntos que más preocupan a los ciudadanos, según los estudios demoscópicos.
Los pactos en el caso de Andalucía no serán fáciles, puesto que los diferentes partidos serán cautelosos a la hora de llegar a acuerdos, dado que el resto de rivales se lo echará en cara tanto en las elecciones locales de mayo como en las legislativas, en principio previstas para noviembre.
Lo que está en juego en ambas citas son cuotas de poder mucho mayores que en Andalucía, por lo que las diferentes formaciones serán prudentes.
Las miradas estarán probablemente puestas en Podemos y en Ciudadanos, en especial porque en sus discursos se han dedicado a castigar la forma de hacer política de los dos grandes partidos tradicionales y ahora tendrían que justificar eventuales pactos con ellos.
El desempleo que agobia a Andalucía, de 34,2%, el mayor en España, ha minado el caudal de los dos partidos tradicionales.