Atenas. AFP. Alexis Tsipras, el primer líder de izquierda radical de Europa, se consagró como un maestro del juego político, imponiéndose en los comicios, obteniendo una segunda oportunidad de gobernar y de sacar a Grecia de la crisis .
El dirigente de 41 años que sedujo a los griegos en las votaciones de enero, parecía escoltado muy de cerca por su gran rival Nueva Democracia, de Evangelos Meimarakis, en las encuestas, pero logró desmarcarse presentándose como un garante de las reformas a las que aspira el país, pese a la desilusión de una parte de su electorado.
Abandonado por el ala izquierda de Syriza, que ha creado otro partido y milita por salir del euro, Tsipras quedó sin mayoría y forzó las legislativas anticipadas de este domingo .
Tsipras convocó a elecciones para recuperar la legitimidad y el impulso político, tras aceptar el 13 de julio en Bruselas un tercer rescate financiero a cambio de más ajustes, apenas una semana después de la victoria del “no” en el referendo sobre las condiciones de los acreedores.
“Ante nosotros se abre el camino del trabajo y de las luchas”, escribió en Twitter el líder de izquierda, que confía en tener margen de maniobra en la aplicación del nuevo plan de rescate.
Leal a sus ideales. Militante de extrema izquierda en la secundaria, empezando por las juventudes comunistas, el líder de Syriza presume aún de integridad, frente a una clase política acusada de clientelismo y corrupción.
Mientras tanto, en su vida personal, este padre de dos hijos, uno de ellos llamado Orfeas Ernesto, en honor al Che Guevara, también se mantiene fiel a sus compromisos: sigue sin llevar corbata, juró el cargo en enero en una ceremonia civil y no religiosa, y vive en pareja sin estar casado.
La ola de entusiasmo y esperanza que generó con su promesa de poner fin a cinco años de crisis y austeridad dictada por los acreedores se quedó en nada cuando el 13 de julio aceptó el tercer rescate financiero del país, en lo que sus críticos vieron como la “capitulación” de un líder que precisamente siempre prometió terminar con esta política.
Sin embargo, este ingeniero civil, convertido en una máquina política, logró remontar las dificultades y salir victorioso.