Londres
Cuatro personas seguían el viernes en detención preventiva, vinculadas con el atentado en Londres, mientras la Policía difundía la primera foto del autor, Khalid Masood, cuyo verdadero nombre era Adrian Russell Ajao.
Abatido por la Policía, el autor del ataque más sangriento en el Reino Unido en estos últimos 12 años, que dejó cuatro muertos y 50 heridos, es un británico de 52 años.
En la foto difundida este viernes por las autoridades se le ve de frente y se confirman algunos rasgos que ya se adivinaban: calvo y con barba, tez morena, ojos oscuros, mandibula prominente.
La Policía detuvo en total a 11 personas entre 21 y 58 años, siete hombres y cuatro mujeres: ocho en Birmingham (centro), dos en Mánchester (norte) y una en Londres.
El viernes por la noche, la Policía anunció que cuatro de ellas seguían detenidas y que seis -dos mujeres y cuatro hombres- habían sido puestas en libertad. Una sptima, mujer, fue liberada bajo fianza.
Las personas que siguen en detención preventiva son dos hombres de 58 y 27 años, arrestados en Birmingham, otro de 35 capturdo en Mánchester y una mujer de 32, también aprehendida en Mánchester.
La investigación se centra en averiguar la motivación del autor del atentado y la preparación del este que también causó unos 50 heridos, dos de los cuales están en estado crítico y otro entre la vida y la muerte.
"Queremos saber si actuó absolutamente solo, inspirado por propaganda terrorista, o recibió ayuda de otros", explicó Mark Rowley, el comandante de la unidad antiterrorista de Scotland Yard,antes de solicitar la colaboración del público.
El autor, Masood, tenía 52 años -una edad inusualmente tardía en este tipo de atentados-, nació el día de Navidad de 1964 en el condado de Kent, en el sureste del país, y su cambio de nombre apunta a la conversión al islam.
Los medios británicos afirman que estuvo en Arabia Saudií trabajando como profesor a mediados de los años 2000, y que ahí se radicalizó antes de regresar a Reino Unido en el 2009.
Masood/Russell "no era objeto de ninguna investigación" y "los servicios de información no poseían elementos sobre su intención de llevar a cabo un atentado terrorista", informó Scotland Yard.
El diputado Dominic Grieve, presidente de la comisión parlamentaria sobre inteligencia y seguridad, declaró a la BBC que las fuerzas de seguridad habían desbaratado una docena de proyectos de atentados en los últimos 18 meses en Reino Unido y que era "un milagro" que el ataque no hubiera ocurrido antes.
Masood creció en Rye, en Kent. Desde junio vivía en la zona de Birmingham con su mujer y sus hijos, según vecinos que lo describieron como "muy religioso".
Sin embargo, había tenido numerosos problemas con la ley y tenía varias condenas por agresiones y delitos de desórdenes públicos, pero no de terrorismo, según la Policía.
Su última condena databa de diciembre de 2003, hace más de 13 años, por posesión de arma blanca.
"Hace unos años fue objeto de una investigación del MI5", el servicio británico de inteligencia interior, en relación con "el extremismo violento", declaró el jueves la primera ministra Theresa May ante el Parlamento, pero precisó que Masood era "un personaje secundario" en aquel caso.
Horas antes de perpetrar el atentado, el individuo estuvo en un hotel de Brighton, en la costa sur de Inglaterra, según el gerente del establecimiento.
"Era muy simpático, se reía con el personal. Es estremecedor. Ahora ya no sabemos quiénes son los buenos y quiénes los malos", dijo Sabeur Toumihere al canal de noticias Sky News.
La Policía registró el hotel tras haber descubierto una factura del establecimiento en el coche alquilado que utilizó Masood para atropellar a los viandantes en el puente de Westminster.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó los hechos menos de 24 horas después de lo ocurrido. El ataque de Londres ocurrió justo un año después de los atentados yihadistas que causaron 32 muertos en Bruselas.
Todas las calles alrededor del Parlamento, centro turístico de la capital británica, estaban abiertas a la circulación este viernes. Pero las autoridades reforzarán la seguridad en Londres, cuyas vías serán pronto patrulladas por el doble de policías armados que ahora.