Moscú (AFP).
Rusia acusó este jueves a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE) de haber intentado provocar una revolución en Ucrania y de utilizar a Kiev como un peón en el juego geopolítico contra Moscú.
"En Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea (...) intentaron llevar a cabo una nueva 'revolución de color', una operación de cambio de régimen contraria a la Constitución", declaró el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov.
Rusia denomina una "revolución de color" a los cambios de poder como la "revolución naranja" del 2004 en Ucrania o la "revolución rosa", en el 2003, en Georgia.
Moscú siempre ha acusado a los países occidentales de haber provocado esas revoluciones en las dos exrepúblicas soviéticas.
"Además pocos analistas serios dudan de que no se trata del destino de Ucrania. Sencillamente, se ha utilizado y se sigue utilizando a Ucrania como un peón en el juego geopolítico", añadió Lavrov.
"Nuestros socios occidentales, y sobre todo Estados Unidos, intentan comportarse como vencedores de la Guerra Fría y hacer, como si se pudiera, no tener en cuenta a Rusia en los asuntos europeos y hacer cosas que perjudican directamente a los intereses de Rusia", continuó.
Según el ministro, se trata de continuar con la política de contención de Rusia, a la que en el fondo Occidente nunca ha renunciado, según dijo, recurriendo al término utilizado en la época de la Guerra Fría.
"Basta con recordar la propaganda histérica antirrusa difundida por Estados Unidos y Europa bastante antes de los sucesos en Ucrania, la voluntad de empañar por todos los medios los Juegos Olímpicos de Sochi", señaló.