Bruselas. AFP. Los líderes de la Unión Europea (UE), inquietos por la inseguridad en el norte de África, en particular por el caos en Libia, en donde se implantó el grupo Estado Islámico , renovaron ayer su apoyo a Túnez, “próximo país de actividad” para los radicales.
Reunidos en una cumbre en Bruselas, los mandatarios condenaron el ataque contra el Museo del Bardo de Túnez , en el que murieron 23 personas y el cual fue reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).
En una muestra de apoyo al Gobierno de Túnez, único país de la región que logró una transición democrática desde que comenzó la Primavera Árabe en el 2011, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y la jefa de la diplomacia del bloque, Federica Mogherini, viajarán el 31 de marzo al país norteafricano para reforzar el apoyo.
“El terrorismo quiere atacar a un país ejemplar en la transición democrática”, declaró el presidente francés François Hollande, en referencia al país donde nació la Primavera Árabe , y que es también una excolonia francesa.
Este ataque volvió a encender la alarma en la cuenca del Mediterráneo, en particular luego de que las autoridades tunecinas afirmaran que los dos atacantes del museo se habían entrenado en la vecina Libia, país sumido en el caos desde que cayó el régimen de Muammar Gadafi , librado a las milicias rivales y en donde dos Gobiernos se disputan la legitimidad.
“El riesgo es bastante obvio. Túnez sería el próximo país de actividad para los seguidores del grupo Estado Islámico”, dijo en conferencia de prensa el presidente del Consejo, Donald Tusk.
En la declaración final, los mandatarios de la UE señalan que “la crisis en Libia es un serio desafío a la paz y la seguridad internacional” y llamaron a un “alto el fuego y a que todas las partes convinieran rápidamente en un gobierno de unión nacional”.
Coacción. La Unión Europea presiona desde hace meses a la clase política libia para que forme un gobierno de unión nacional y frenar el caos en el país.
El jueves debían reanudarse las negociaciones entre las diferentes facciones libias en Rabat, en las que media el enviado de la ONU Bernardino León.
Los líderes del bloque también se declararon dispuestos a “contribuir en la implementación de un eventual acuerdo en Libia, haciendo uso de todos sus instrumentos” y dieron para ello mandato a la jefa de la diplomacia para que elabore propuestas.
La UE baraja la posibilidad de enviar una misión militar o civil para reforzar la seguridad de edificios públicos, el aeropuerto y los puertos del país.
“No estamos preparando una intervención militar, pero todo apoyo es posible, incluso en los temas de seguridad” para sostener a las autoridades libias “una vez que formen un gobierno”, advirtió Mogherini.
Antes de comenzar la cumbre, los líderes de Francia, Alemania y Gran Bretaña, así como la jefa de la diplomacia europea, se reunieron para examinar las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.