Bruselas. AFP. La Unión Europea (UE) amenazó ayer con nuevas sanciones a Rusia por su papel en el conflicto ucraniano, mientras Moscú y la OTAN protagonizaron una nueva escalada verbal, acentuando las tensiones entre rusos y occidentales.
La UE considera imponer nuevas sanciones a Rusia tras la “degradación” de la situación en Ucrania, indicaron los jefes de Estado y de Gobierno del bloque en un comunicado.
La tregua acordada en diciembre entre Kiev y los rebeldes estalló en estas semanas.
Los mandatarios señalaron “la evidencia de un apoyo continuo y cada vez más importante a los separatistas por parte de Rusia que enfatiza la responsabilidad de Rusia”, y “urgen” a este país a condenar “las acciones de los separatistas” y a implementar los acuerdos de paz de Minsk de setiembre del 2014.
“Dada la degradación de la situación, pedimos a los ministros de Relaciones Exteriores que evalúen la situación y que consideren cualquier acción apropiada, en particular un incremento de las medidas restrictivas”, indicaron.
El sábado, un ataque con cohetes dejó al menos 30 civiles muertos en el estratégico puerto de Mariúpol, en el este separatista prorruso de Ucrania.
Los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) concluyeron que los cohetes provenían de dos localidades controladas por los separatistas.
Deliberado. El subsecretario general de las Naciones Unidas, Jeffrey Feltman, acusó a los rebeldes de haber apuntado “deliberadamente” contra civiles.
El puerto de Mariúpol, a orillas del mar de Azov, es estratégico tanto para Kiev como para los rebeldes. Es la última gran ciudad que controla el Gobierno.
Entre lunes y martes, nueve soldados ucranianos murieron y otros 29 resultaron heridos en combates con rebeldes prorrusos, anunció un portavoz militar.
En Kiev, el Parlamento ucraniano adoptó una resolución que califica a Rusia como “Estado agresor” y exhortó a Occidente a reconocer como organizaciones terroristas a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y de Lugansk.
La UE impuso en julio sanciones económicas a Rusia y dejó abierta la posibilidad de revisarlas en cualquier momento.
Las medidas, que tuvieron efectos tanto en la economía rusa como en la europea, incluyen cerrar el mercado de capitales europeo a los bancos públicos rusos, un embargo a la compra de armamento y la restricción de exportaciones hacia Rusia de tecnologías con uso civil y militar.
Las sanciones querían influir en la política de Moscú para alcanzar un acuerdo de paz, ahora en punto muerto. Desde abril el conflicto ha dejado unos 5.000 muertos.
Este martes, la diplomacia rusa denunció una “campaña antirrusa” lanzada por Estados Unidos contra Moscú tras la detención en Nueva York de un presunto espía ruso.
El lunes, el presidente ruso Vladimir Putin había acusado a la OTAN de utilizar al ejército ucraniano como “una legión extranjera” para “contener” a Rusia. El secretario general de la OTAN, Jen Stoltenberg, consideró estas declaraciones como un sinsentido.
Para aplacar las tensiones el presidente francés François Hollande, “muy inquieto”, se entrevistó el lunes con el presidente Putin y la canciller alemana, Angela Merkel.
Hollande insistió en “la necesidad de poner fin de manera urgente a las agresiones y a esta situación dramática”.