Donetsk, Ucrania. AFP, AP Las tensiones entre Rusia y Ucrania subieron el viernes luego de que Kiev y la OTAN denunciaron que vehículos militares rusos entraron al territorio ucraniano durante la noche, aunque Rusia negó vehementemente tal incursión.
El presidente ucraniano Petro Poroshenko informó que la mayoría de los vehículos fueron destruidos por sus tropas.
El reporte de la incursión rusa se conoció en una semana llena de drama por una misión de ayuda humanitaria rusa para las personas en el este de Ucrania que se han visto atrapadas en los combates entre los separatistas prorrusos y fuerzas del gobierno.
Moscú indicó que “ningún convoy militar ruso cruzó la frontera”, al tiempo que denunció “los intentos (del lado ucraniano) de hacer fracasar” la entrada del convoy de ayuda humanitaria.
Para intentar apaciguar la situación, el jefe de la diplomacia ucraniana, Pavlo Klimkin, anunció que se reunirá con sus colegas ruso, francés y alemán el domingo en Berlín.
Destruidos. Al evocar la incursión de blindados rusos, el presidente Poroshenko, afirmó que “una gran parte de ese material” había sido “destruido en la noche por la artillería ucraniana”, durante una conversación telefónica con el primer ministro británico, David Cameron.
En Moscú, un portavoz del Ministerio de Defensa refutó los informes de que Ucrania hubiese destruido vehículos militares rusos. La prensa local informó de que el general Igor Konashenkov declaró que ningún convoy militar cruzó la frontera ucraniana como Kiev asevera. Horas antes, Moscú había asegurado que sus fuerzas patrullaban la frontera.
La tensión recrudeció después de que periodistas británicos informaron de que 23 vehículos blindados de transporte de tropas rusas atravesaron la frontera el jueves por la noche cerca del puesto limítrofe de Donetsk.
“Lo que vimos anoche fue la continuación de lo que hemos visto algún tiempo”, declaró el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, durante una visita a Holanda. Estimó que esta acción demostraría “claramente la implicación de Rusia en la desestabilización de Ucrania”.
No vieron nada. No obstante, el jefe de la misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en la región, Paul Picard, aseguró que los observadores no vieron “ningún camión o vehículo blindado atravesar la frontera”, en concreto, en sus “dos puntos de observación: los puestos de control de Gukovo y Donetsk”.
Moscú acusa a Kiev de pretender sabotear la llegada de ayuda humanitaria, un asunto sobre el cual se alcanzó acuerdo el jueves. “La intensificación brutal de las operaciones militares” ucranianas en esa región “tiene como objetivo, según parece, cortar el itinerario convenido con Kiev” para el paso del convoy humanitario ruso, aseguró la Cancillería rusa.
Los 300 camiones rusos, que transportan 1.800 toneladas de ayuda humanitaria según Moscú, continuaban estacionados este viernes a unos 30 kilómetros del puesto fronterizo de Donetsk (homónimo del bastión rebelde en el este de Ucrania), constató la AFP, en espera del personal de la Cruz Roja, organización que se encargará de la distribución de la ayuda.
Ucrania y numerosos países occidentales temen que el convoy, que partió el martes de una base militar cercana a Moscú, sirva de tapadera para una intervención militar de Rusia, a la que acusan de armar a los separtistas prorrusos.
Sin peligro. No obstante, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Choigu, aseguró ayer a su colega estadounidense, Chuck Hagel, que ningún soldado ruso está en el convoy, según informó el Pentágono.
El presidente ruso, Vladimir Putin, se comprometió ayer, durante un encuentro con su homólogo deFinlandia, a hacer todo lo posible para entregar la ayuda a los civiles víctimas del conflicto.
Laurent Corbaz, director de operaciones de la Cruz Roja en Europa, describió un plan tentativo en el que los camiones entrarían en Ucrania con un solo conductor, acompañado por un trabajador de la Cruz Roja.