Lisboa. AFP. Portugal se convirtió oficialmente ayer en el segundo país bajo asistencia financiera de la Eurozona, después de Irlanda, en salir del plan de rescate y recuperar su autonomía financiera.
“No es momento para la euforia (...) Hay que mantener el rigor para evitar volver a caer en los errores del pasado”, expresó el portavoz Luis Marques Guedes.
Igual que Irlanda, Portugal sale del plan de rescate prescindiendo de una línea de crédito de precaución, al amparo de la caída de los tipos de interés de la deuda y de las reservas del país.
“Hemos recuperado la confianza de los inversores, pero el camino por recorrer aún es largo. La disciplina presupuestaria sigue” advirtió el primer ministro, Pedro Passos Coelho.
Golpeado por la crisis de la deuda, Portugal se vio, en el 2011, incapaz de financiarse en los mercados de renta fija, que le exigían intereses prohibitivos.
Después de Grecia e Irlanda, Portugal se convirtió en el tercer país de la Eurozona en tener que pedir un plan de rescate a la troika formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
El país cerró en mayo del 2011 un acuerdo para un rescate de 78.000 millones de euros. A cambio, el Gobierno tuvo que aplicar un plan de austeridad sin precedentes, que se concretó en un recorte drástico de los sueldos de los funcionarios y de las pensiones, y un aumento de impuestos del 30%.
Al término de un Consejo de ministros extraordinario programado para el sábado por la mañana, el ejecutivo prevé tranquilizar a los inversores sobre su estrategia de crecimiento a medio plazo, imitando así el ejemplo de Irlanda.
No obstante, el anuncio de una recaída del PIB portugués en el primer trimestre tuvo el efecto de un jarro de agua fría. Ello se debió a un temporal retroceso de las exportaciones, pero este accidente no debe comprometer la progresiva recuperación de la economía, prevista para el 2014, según los expertos.
Economía. Atendiendo a los datos macroeconómicos, la situación ha cambiado respecto al 2011: fuerte caída de los intereses de la deuda, déficit bajo control, vuelta al crecimiento tras la peor recesión desde 1975, fuerte aumento de las exportaciones y turismo en niveles récord. Los tipos de interés que paga Portugal para endeudarse han bajado hasta el 3,5%, cuando rondaron el 18% en lo peor de la crisis.
La intervención de la troika permitió también reducir a la mitad, respecto al 2010, el déficit, que fue de 4,9% del PIB en el 2013.
La deuda pública, sin embargo, ha continuado subiendo, y pasó del 94% en el 2010 a 129% del PIB en el año 2013.
Sin embargo, más allá de los datos macroeconómicos, la realidad para el ciudadano de a pie es que cerca de uno de cada cinco portugueses vive bajo el umbral de la pobreza, con una renta inferior a 409 euros mensuales ($550).
La tasa de desempleo bajó, pero sigue afectando al 15% de la población y en particular al 37,5% de los jóvenes.
Portugal sale de la tutela de la troika, pero los acreedores seguirán vigilándolo hasta que las tres cuartas partes de los préstamos que obtuvo el país sean devueltos, lo que no ocurrirá hasta dentro de, por lo menos, 20 años.