Bruselas
Las policías de Bélgica y Reino Unido investigaban este sábado los ataques con arma blanca contra agentes y militares que llevaron a cabo la víspera dos hombres, uno en Bruselas y el otro en Londres.
Un hombre agredió a soldados con un cuchillo en Bruselas al grito de Alá Akbar y luego fue abatido, y otro, armado con un sable, fue detenido en Londres tras haber herido a tres policías delante del palacio de Buckingham.
El ataque de Bélgica fue rápidamente calificado de "terrorista" por las autoridades y la Policía británica anunció que el asaltante había sido detenido "en el marco de la legislación antiterrorista".
El sábado, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó la arremetida contra los dos soldados en Bruselas, en un comunicado publicado en la aplicación de mensajería Telegram por su órgano de propaganda Amaq.
"El asaltante del ataque de Bruselas era uno de los soldados del Estado Islámico", indicó citando una "fuente de seguridad". El mensaje precisó que "la operación se llevó a cabo en respuesta a los llamados a atacar los Estados de la coalición" internacional antiyihadista que opera en Siria e Irak, de la cual Bélgica forma parte.
En el Reino Unido, un hombre de 26 años, oriundo de Luton (a 50 km al norte de Londres), donde se están llevando a cabo registros, "gritó varias veces Alá Akbar" (Dios es el más grande, en árabe) y trató de agarrar un "sable de 1,20 m" que estaba en el suelo del asiento del pasajero de su vehículo, anunció el sábado la Policía.
Ambos ataques ocurrieron en un contexto de aumento de atentados yihadistas en Europa, horas antes de una gran manifestación por la paz el sábado en Barcelona, tras los atentados de Barcelona y Cambrils (noreste de España) que dejaron 15 muertos y más de 120 heridos el 17 y 18 de agosto.
En Bruselas, la Fiscalía federal belga indicó haber abierto una investigación por "intento de asesinato terrorista".
El asaltante, contra el que los soldados abrieron fuego, "murió", dijo un portavoz de esa dependencia. Había "gritado dos veces Alá Akbar" al atacar a dos militares, uno de los cuales fue "levemente herido".
El agresor, nacido en 1987, era un belga de origen somalí que tenía un domicilio en Brujas (noroeste), donde se llevó a cabo un registro durante la noche, indicó la Fiscalía en un comunicado, que precisó que el hombre no tenía antecedentes vinculados con "actos de terrorismo".
El ataque tuvo lugar poco después de las 20 (12 m. en Costa Rica) en un bulevar en pleno centro de la capital belga, cerca de la Gran Plaza, una de las zonas "sensibles" donde patrullan militares armados.
"Escuché gritos y justo después dos tiros", contó a la AFP Yohan, que se encontraba en una terraza cercana al lugar del ataque. El testigo dijo que vio a "un militar sangrando en la mano y a un hombre en el suelo" que tenía barba y capucha.
En marzo del 2016, un doble atentado cometido por kamikazes que afirmaron pertenecer al Estado Islámico dejó 32 muertos y más de 150 heridos en Bélgica, donde han ocurrido otras agresiones contra militares y policías desde entonces.
Guardia en alto. Bélgica mantiene un nivel de alerta 3, de una escala que comprende cuatro grados.
En Londres, la Policía también indicó que el nivel de amenaza seguía siendo "grave", lo que significa que un atentado es "muy probable".
El autor del ataque frente al palacio de Buckingham, detenido en el marco de la Terrorism Act 2000, la legislación antiterrorista británica, detuvo su automóvil al ser las 20:35 (1:35 p. m. en Costa Rica) cerca de un vehículo de la Policía, frente a la residencia de la reina Isabel II, quien se encontraba en el castillo de Balmoral (Escocia).
Los agentes, no armados, "vieron que llevaba un cuchillo muy grande en el coche y procedieron a detenerlo" tras paralizarlo con gas, según un comunicado de la Policía británica. Tres de ellos fueron "levemente heridos" y dos fueron atendidos en un hospital, que abandonaron horas después.
"Pensamos que el hombre actuó solo y no buscamos otros sospechosos en este momento", declaró el comandante Dean Haydon, al mando de la dirección de las fuerzas antiterroristas. "Era normal que esto fuera tratado, de momento, como un acto terrorista", precisó.
El sospechoso era interrogado en una comisaría del centro de Londres, informaron fuentes oficiales.
Gran Bretaña se ha visto duramente golpeada por los ataques terroristas este año, con tres atentados reivindicados por el EI desde marzo. En Londres, asaltantes utilizaron en dos ocasiones un vehículo para embestir a los peatones antes de atacarlos con cuchillos, en marzo (5 muertos) y en junio (8 muertos). En mayo, un hombre se hizo explotar con una bomba artesanal a la salida de un concierto en Mánchester y causó 22 muertos.
En otras partes de Europa también se han producido otros ataques o presuntas tentativas de ataque recientemente.