Ciudad del Vaticano. AFP. El papa argentino Francisco conmemoró ayer su primer año en el pontificado, “lejos del mundanal ruido”, en un convento en las afueras de Roma, desde donde pidió con un tuit a sus seguidores que lo acompañen con oraciones en su tarea de líder de la Iglesia católica.
“Recen por mí”, tuiteó el Papa en su cuenta, repitiendo la misma frase con la que sorprendió al mundo cuando apareció por primera vez, hace un año, en el balcón de la basílica de San Pedro.
Respetando su estilo imprevisible, Francisco optó por pasar estas fechas lejos del Vaticano, para llevar a cabo ejercicios espirituales en una residencia religiosa de la localidad de Ariccia, al sureste de Roma, acompañado por 83 cardenales, obispos y religiosos.
“No ha querido nada especial o diferente de lo que siempre ha hecho. Es coherente con su estilo de pontificado: sobrio”, comentó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
Tiempo de reflexión. Hoy, viernes, el Papa regresará al Vaticano en un autobús, tras haber pasado seis días dedicado a la reflexión espiritual por la Cuaresma.
En una entrevista al diario italiano Il Corriere della Sera , Francisco contó que decidió cumplir esos retiros espirituales fuera del Vaticano porque en el pasado algunos colaboradores “escuchaban las prédicas y volvían a trabajar”, sin cumplir con ese ayuno físico y mental que considera clave para abandonar la vida mundana y de derroche que afecta la curia romana.
Centenares de mensajes y tuits de todo el mundo, tanto de autoridades como de gente común, fueron enviados para rendir homenaje a Francisco en su aniversario.
“Un triunfo el primer año de Francisco”, consideró el periódico estadounidense The Washington Post.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, felicitaron a Francisco en la fecha.
En un comunicado, Kerry agradeció las llamadas del Papa a la paz en Oriente Medio, su apoyo a las negociaciones entre Israel y Palestina y su “énfasis” en acabar con la pobreza que, aseguró, ha traído la atención global a ayudar a los “más necesitados”.
Más de 12 millones de seguidores acompañan al Papa a través de su cuenta en Twitter, éxito comparable solo con el del presidente estadounidense, Barack Obama.
“Es el primero de una gran dinastía de papas del tercer mundo”, escribió el teólogo brasileño Leonardo Boff en uno de los cientos de mensajes en las redes sociales.
“Cambios sustanciosos y reformas concretas son necesarios aún para construir un puente entre el pueblo católico y la jerarquía de la Iglesia”, escribió Jon O’Brien, presidente de la Asociación Católicos por Elección, que defiende el derecho al aborto y a la contracepción.
“Francisco muestra la dimensión humana del Evangelio”, afirmó monseñor Ricardo Blázquez Pérez, presidente de la Conferencia Episcopal española.