Ginebra
Un comité de Naciones Unidas comparó el lunes con la tortura la forma en que el Vaticano ha manejado el escándalo mundial de abusos sexuales en sus filas, durante la entrega del primer informe que hizo la Sante Sede ante el Comité contra la Tortura.
Sin embargo, el enviado del Vaticano a Ginebra, el arzobispo Silvano Tomasi, afirmó que la Santa Sede estaba poniendo la casa en orden después de un esfuerzo de una década para lidiar con el escándalo mundial de abusos sexuales por parte de religiosos.
“Ha habido, en varias áreas documentables, una estabilización e incluso una declinación en los casos de pederastia”, dijo a un comité de expertos a cargo de la Convención de la ONU contra la tortura y otros tratamientos crueles, inhumanos o degradantes, que el Vaticano ratificó en 2002.
En la primera presentación de la Santa Sede ante el comité, los expertos ametrallaron al Vaticano con preguntas enérgicas a ser respondidas el martes.
Por ejemplo, preguntaron por qué el informe sobre su implementación del tratado se había demorado casi una década y por qué el Vaticano cree que su responsabilidad en cuanto a la protección contra la tortura solo se aplica dentro de la Ciudad del Vaticano, un estado de menos de mil habitantes.
“Me pregunto si puede decirnos cómo garantizan ustedes que la prohibición a la tortura en la Ciudad del Vaticano abarca a todos los individuos sobre los cuales la Santa Sede tiene jurisdicción”, preguntó Felice Gaer, miembro del comité.
Los expertos dijeron que una conclusión del comité de que el abuso sistemático equivaliese a tortura podría tener consecuencias legales drásticas para la iglesia católica, a medida que lidia con litigios civiles en varias partes del mundo a causa del escándalo de varias décadas en el que decenas de miles de niños fueron violados y vejados de otras formas por religiosos.
El papa Francisco dijo que se responsabiliza personalmente por el mal que han provocado los clérigos que han abusado sexualmente y ha buscado el perdón de las víctimas. Insiste en que la iglesia debe extremarse para proteger a los niños.
Francisco anunció la creación de una comisión asesora sobre la cuestión y nombró a sus integrantes en marzo.
El comité de la ONU, integrado por expertos independientes, emitirá sus observaciones y recomendaciones finales el 23 de mayo.