París. AFP y EFE. La Justicia francesa accedió ayer a la petición del expresidente francés Nicolas Sarkozy y su esposa Carla Bruni-Sarkozy de ordenar la retirada de las grabaciones de sus conversaciones realizadas a escondidas por un antiguo consejero y publicadas por el diario digital Atlántico .
El exasesor, Patrick Buisson, fue también condenado a una multa de 10.000 euros por concepto de daños y perjuicios provisionales a cada uno de los demandantes.
“Es, por lo tanto, una decisión que nos aporta plena satifacción”, declaró simplemente el abogado del exjefe del Estado francés, Thierry Herzog.
“Lo que indica este fallo es que el fin no justifica los medios”, consideró Richard Malka, letrado de Carla Bruni.
Malka agregó que es necesario proteger el bien común que es la vida privada.
“No podemos seguir viviendo bajo la espada de Damocles de estar constantemente grabados y ver luego esas declaraciones publicadas en Internet”, añadió el letrado.
Contraparte. Por su parte, el abogado de Atlántico , Basile Ader, anunció que apelará el pronunciamiento interpuesto por el tribunal de gran instancia de París.
“ Atlántico realizó la elección editorial de publicar solo extractos muy cortos, que afectan únicamente la esfera pública”, argumentó el abogado Ader.
Ader añadió que la decisión del juez equivale a denegar a Atlántico el derecho de ilustrar la información con lo que desea para probar la realidad de estas grabaciones, lo cual va en contra de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de los Derecho Humanos.
Decisión. El tribunal francés ordenó retirar las grabaciones en 24 horas con una multa de 5.000 euros de retraso durante un mes.
El diario digital cumplirá el fallo, según anunció el director de publicación Jean-Sebastien Ferjou,
Además, señaló que los magistrados tendrían que haber tenido en cuenta el derecho legítimo a ser informados, ya que las conversaciones servían para poner en evidencia el sistema de grabaciones de Buisson, que le servía como medio de presión y seguro de vida.
Buisson, consejero político de Sarkozy durante su presidencia con un pasado ideológico en la extrema derecha, justificó las grabaciones como método de trabajo para evitar tomar notas.
Después perdió el control sobre ellas, ya que fueron publicadas sin su autorización.
El contenido de los extractos divulgados no ha sido particularmente dañino para Sarkozy en términos políticos.
Esto se desarrolla en un momento en que está en el centro de la actualidad por otras grabaciones más comprometedoras, ordenadas por la Justicia.