Roma
El presidente de Italia, Sergio Mattarella, continúa este viernes su ronda de consultas con las fuerzas políticas para encontrar una salida a la crisis tras la derrota de Matteo Renzi en el referendo del domingo.
Mientras desfilan por el palacio presidencial todos los protagonistas de la política, los italianos y sobre todo la prensa barajan posibles sucesores.
En la lista de favoritos figura el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, el canciller, Paolo Gentiloni, el presidente del Senado, Pietro Grasso y hasta de nuevo Renzi.
Casi todos provienen del Partido Democrático (PD), la formación de Renzi, fuerza dominante en el Parlamento, por lo que no se se descarta el regreso del primer ministro saliente y secretario general de la formación de centro-izquierda, quien contaría según los últimos sondeos con el 32,5% del caudal electoral.
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La opción "Renzi bis", fue descartada inmediatamente por el joven líder socialdemócrata, de 41 años, quien perdería credibilidad tras prometer que renunciaba si perdía el referendo sobre la reforma de la Constitución.
Pese al rechazo abrumador el domingo de su reforma en las urnas, Renzi quiere dar batalla, convencido de que cuenta con el apoyo de los más de 13 millones de votantes que apoyaron su propuesta de cambio a la Constitución.
Atacado sin piedad durante la campaña por el referendo por la casi totalidad del espectro político, incluyendo personalidades de su propio partido, Renzi evalúa cómo regresar al poder sin ser blanco de ulteriores ataques.
El rechazo este viernes por parte del Banco Central Europeo (BCE) de la solicitud presentada por el banco italiano Monte Paschi di Siena (BMPS, el banco más antiguo del mundo con más de 540 años) de obtener un plazo para el aumento de capital, paso necesario para su plan de salvamento, puso a temblar el sistema bancario italiano.
De cara a una posible crisis bancaria, las posibilidades del ministro de Economía Carlo Padoan, de 66 años, aumentan.
El tecnócrata que ha ocupado importantes cargos en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que fue asesor de los primeros ministros de centroizquierda Massimo D'Alema y Giuliano Amato, marxista arrepentido, podría dirigir un gobierno de transición, compuesto por técnicos, que tranquilice a la finanza internacional gracias a su influencia dentro de las instituciones europeas.
El exjuez antimafia, Pietro Grasso, de 71 años, actual presidente del Senado, fue durante 30 años magistrado y llegó a presidir la agencia antimafia desde el 2005 antes de entrar en la política.
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Miembro del Partido Demócrata, Grasso es considerado un "hombre de hierro", lo que podría ser útil para liderar un gobierno de transición que debe como primer objetivo armonizar las leyes electorales, ya que son diferentes para la Cámara de Diputados y el Senado y dejar el terreno listo para las elecciones en abril o mayo.
El canciller italiano, Paolo Gentiloni, de 62 años, experiodista graduado en ciencias políticas, puede ser una buena salida, ya que es a la vez un hombre leal a Renzi, con la experiencia política para lidiar con un partido profundamente dividido, con corrientes contrapuestas que reman entre sí, y varias personalidades que aspiran a remplazarlo.
El diplomático además maneja importantes temas internacionales, un elemento también a su favor.
Los contactos de Mattarella continuarán este sábado, día clave con el multimillonario conservador Silvio Berlusconi, entre los protagonistas, si la salud y los achaques al corazón se lo permiten (80 años) y sin la presencia de el cómico Beppe Grillo, fundador de la formación antisistema Movimiento 5 Estrellas, verdadero vencedor del referendo y entre los grandes favoritos para ganar las próximas elecciones generales, con cerca del 30% de electorado.