Roma AP Embarcaciones italianas de rescate llevaron a miles de migrantes a los puertos al sur del país, en cuenta a una bebé nacida a bordo de un buque de la Marina, mientras los refugios, tanto en Sicilia como en territorio continental italiano, enfrentaban dificultades para encontrarles espacio.
En el período de tres días que terminó el domingo fueron rescatados de las costas al norte de Libia 6.771 sobrevivientes que viajaban en abarrotadas e inseguras embarcaciones.
Las aguas tranquilas y las temperaturas templadas han impulsado el aumento en el tráfico de personas, al igual que el mes pasado, cuando se dio auxilio a casi 6.000 migrantes durante unos cuantos días de temperaturas agradables.
Italia no ha dado a conocer hasta ahora la cifra oficial de inmigrantes que recibió en abril, pero la gran cantidad de embarcaciones rescatadas sugiere que en este año se rebasarán los 170.000 inmigrantes auxiliados en altamar en el 2014.
La Marina informó de que una mujer dio a luz en uno de sus barcos patrulleros. Madre e hija se encontraban a salvo en la embarcación, que trasladó a 654 inmigrantes rescatados.
Otros socorristas tuvieron tareas mucho menos satisfactorias. Un carguero italiano, uno de varios buques comerciales que se unieron el domingo a las operaciones de salvamento, recuperó dos cadáveres, informó la Marina.
El aumento en la cantidad de migrantes ha colocado a las ciudades costeras y a las organizaciones humanitarias a trabajar en busca de camas. Muchos de los rescatados solicitarán asilo debido a persecuciones en guerras y con la esperanza de encontrar familiares en el norte de Europa. Pero hasta que no se procesen sus solicitudes, lo que podría demorar varios meses, deben seguir en Italia.
En Reggio Calabria, donde 780 inmigrantes desembarcaron en la punta de la península italiana, la prioridad era mantener a las familias unidas, muchas de ellas en un gimnasio. Se les brinda asistencia médica a 14 bebés en los hospitales locales. Cerca de otros 540 migrantes de Reggio Calabria fueron llevados a las regiones de la Toscana o Emilia Romagna, al norte del país.
El ministro del Interior, Angelino Alfano, visitó el lunes Sicilia y se reunió con autoridades locales para estudiar cómo albergar a tal cantidad de migrantes.
El gobernador de Lombardía, con sede en Milán, pidió que no se aceptaran más inmigrantes.
“En unos cuantos días, estaré en Roma y le repetiré esto al ministro del Interior: que Lombardía ya hizo su parte”, dijo el gobernador Roberto Maroni, según la agencia de noticias ANSA. “Si hay fondos disponibles, deberán gastarse en nuestros ciudadanos y no en los (migrantes) clandestinos”.
Cerca de 800 migrantes se ahogaron el mes pasado cuando la embarcación en que viajaban naufragó cerca de Libia. Los traficantes habían encerrado a cientos dentro del barco. Tras ese incidente, autoridades de la Unión Europea tuvieron una reunión de emergencia y acordaron contribuir a las operaciones de rescate en el Mediterráneo con más embarcaciones y patrullaje aéreo.
Organizaciones caritativas italianas han aportado para dar a los migrantes alimentos, camas y un lugar seguro para socializar.
“Debemos darnos cuenta de que la inmigración no es un problema que Italia pueda enfrentar sola”, dijo el reverendo Antonio Pangallo, quien dirige la organización de caridad Caritas, en Reggio Calabria. “Espero que ellos (los políticos) no se interesen en el problema únicamente cuando volvamos a vivir otro genocidio en aguas del Mediterráneo. Italia necesita ayuda”.