Londres. EFE. Ocho personas murieron y 14 estaban heridas de gravedad como consecuencia de la caída de un helicóptero de la Policía sobre un pub de Glasgow, en lo que el ministro principal escocés, Alex Salmond, calificó ayer de “día negro para Escocia”.
El inspector jefe de la Policía escocesa, Stephen House, indicó que aún se prolongarán unos días las labores de rescate en el pub The Clutha, en la ribera del río Clyde, donde a las 22:25 GMT del viernes (4:25 p. m. hora de Costa Rica) se estrelló el aparato policial con tres tripulantes a bordo.
Tres de los muertos son los dos agentes y el piloto civil que viajaban en el aparato, un Eurocopter EC135 T2 , mientras que los otros cinco eran personas que se encontraban en el local, donde se calcula que había unos 120 clientes.
La directora del Servicio nacional de Salud de la zona, Jennifer Armstrong, confirmó que, de los 32 ciudadanos hospitalizados en las últimas horas, 18 fueron dados de alta y 14 “son tratados por heridas graves”.
Las lesiones más frecuentes son contusiones en varias partes del cuerpo, cortes o miembros rotos, precisó House.
El inspector anunció ayer la puesta en marcha de una investigación por parte de la Fiscalía y la rama de accidentes aéreos de la Policía para determinar lo sucedido, mientras los testigos aseguran que el aparato se desplomó “como una piedra” sobre el tejado del edificio, de una planta.
Un delegación de Eurocopter estaba de camino a Escocia para ayudar en la investigación de los hechos, mientras que la empresa arrendadora, Bond Air Services, se ofreció también a colaborar.
El periódico The Guardian publicó ayer que los Eurocopter EC135 fueron retirados temporalmente de servicio el año pasado en el Reino Unido por dudas sobre su seguridad, después de detectarse un defecto en el rotor.
El primer ministro de Escocia dijo que el accidente marca “un día negro para Escocia”, que ayer debía celebrar con festejos populares el día de su patrón, san Andrés.
A raíz del accidente, el Ayuntamiento suspendió los actos previstos y la catedral de Saint Andrew ofreció un servicio religioso en favor de las víctimas, al que asistieron unas 250 personas.
Clavado en el techo. El helicóptero accidentadoseguía incrustado en el techo de The Clutha, mientras los bomberos intentaban asegurar la estructura del edificio para completar el rescate, entre temores de que hubiese personas atrapadas.
Esta labor, descrita por el inspector House como “complicada y peligrosa”, se prolongará varios días, en los que podría ascender el número de víctimas.
Muchos transeúntes y clientes del pub colaboraron antenoche en las primeras tareas de rescate al hacer una cadena humana para sacar a los heridos, si bien no pudieron acceder a la parte del local en la que cayó el helicóptero y que resultó más destruida.
William Byrne, de 45 años y quien estaba en The Clutha cuando se estrelló el aparato, explicó que “se oyó un fuerte ruido y entonces se produjo mucho polvo y se apagaron las luces”.